Un hombre de 30 años fue asesinado el sábado a la noche en la zona sudoeste de la ciudad de al menos nueve disparos. El ataque ocurrió alrededor de las 23 en Aurora y Constitución de barrio Plata. El hombre atacado, Sebastián Andrés Merlo, fue trasladado por su padre al hospital Roque Sáenz Peña, donde llegó sin vida. El crimen es investigado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo.
Según voceros del caso, el ataque ocurrió en la calle minutos antes de las 23 del sábado. Merlo recibió al menos nueve balazos y fue socorrido por su progenitor, quien lo cargó en una Toyota Hilux y lo llevó a la guardia del Roque, donde no pudieron hacer nada por salvarlo: tenía múltiples heridas de arma de fuego en la zona del tórax, el rostro y los hombros.
Efectivos del gabinete criminalístico de la Policía secuestraron en el lugar cuatro vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar. También realizaron un croquis de la escena y tomaron testimonios y fotografías del lugar del hecho.
Por el momento, los agresores no pudieron ser identificados y pese a que los investigadores buscaron cámaras de vigilancia en la zona del hecho, no hallaron imágenes. También es un enigma el motivo del ataque, y los pesquisas intentarán determinar si existe algún vínculo con un antecedente que tenía la víctima.
Así se refirieron a un hecho que tuvo lugar a fines de febrero de 2018 en Arijón y Oroño, cuando el conductor de un WV Bora se bajó en un semáforo en rojo y comenzó a molestar a otros automovilistas. Según los archivos de esa época, se trataba de Sebastián Merlo, quien estaba acompañado de Augusto B. Ambos fueron imputados ya que dentro del vehículo la Policía encontró un arma calibre 9 milímetros.
Por ese hecho, dos semanas después Merlo reconoció su responsabilidad en el hecho y aceptó un acuerdo abreviado por portación de arma. Fue condenado a dos años y medio de prisión condicional.
En tanto su acompañante tuvo varias anotaciones más. Días después, su ex pareja lo denunció por quebrantar el arresto domiciliario para acercarse a su domicilio, golpearla y amenazarla. La mujer también lo acusó de verlo en el domicilio céntrico de su abogado, quien le prestaba su Citroen C4, que terminó en el corralón, donde encontraron un arma de fuego en la guantera.
Por ese hecho, Augusto se hizo responsable y fue condenado a un año de prisión en suspenso por portación de arma de uso civil. La causa por violencia de género continúa abierta.
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