Una joven de 18 años fue acribillada, su madre resultó herida grave y un nene de 12 años terminó con tiros en sus piernas este miércoles por la noche cuando al menos dos atacantes les gatillaron una treintena de veces en el pasillo de sus viviendas de Ayolas al 300 bis, en la zona sur. Este brutal ataque que terminó en asesinato fue uno de los tres que se cometieron en menos de tres horas y que tuvieron como víctimas fatales a una mujer de 46 años en zona noroeste y a un hombre de 34 en el norte. Así la escalada de violencia lesiva en el Departamento Rosario ya se cobró 58 víctimas fatales en lo que va de este 2022.
Este miércoles pasadas las 22, Elizabeth Jazmín Arminchiardi, de 18 años, estaba junto a su madre Silvia C. y un nenito de 12 años cerca de sus casas ubicadas en un pasillo a metros de la intersección con avenida Belgrano, en el Bajo Ayolas.
En un momento, dos tiradores bajaron de un auto Ford Focus, se adentraron al pasillo y abrieron fuego una treintena de veces. Las víctimas no tuvieron oportunidad de reaccionar, muchos testigos deslizaron que no tenían nada que ver con el ataque, que los gatilleros se confundieron de vivienda y que el destinatario era un hombre. Lo cierto es que Elizabeth recibió múltiples impactos, uno en la frente, y se desplomó. Su madre también quedó malherida por balazos y el pequeño recibió tiros en las piernas.
A pesar de la conmoción, los vecinos y allegados se movieron rápido para socorrer a las víctimas y llevarlas a diferentes centros de salud. A Elizabeth la trasladaron al Hospital Roque Sáenz Peña donde los médicos informaron que había fallecido a poco de ingresar. Al mismo lugar llegó su madre, Silvia C., de 43 años, tenía múltiples balazos, lograron estabilizarla y la derivaron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde quedó internada en grave estado.
Al poco tiempo, el personal del Hospital Provincial informó a las autoridades que el nene, de 12 años, había ingresado a la guardia con impactos en las piernas, algunos con orificios de entrada y salida. Al cierre de esta edición, los voceros del caso indicaron que el estado de salud del pequeño era estable.
El personal de Comando Radioeléctrico fue el primero en llegar y resguardar la escena de la que se incautaron de 19 vainas servidas calibre 9 milímetros, 8 calibre 40 y tres plomos deformados.
La investigación quedó a cargo del fiscal Gastón Ávila, quien ordenó las medidas de rigor del personal del Gabinete de Criminalística y de la División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para determinar el móvil e intentar identificar los homicidas.
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