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Vía Honda

Atacaron a su familia y fue preso

Su cuñada agoniza en el Heca, su padre está baleado y no hay acusados por este hecho ocurrido ayer en la zona oeste. En el mismo episodio resultó con lesiones por una perdigonada la hermana del supuesto agresor de su familia, quien lo acusó.


En una audiencia celebrada ayer en los Tribunales, un muchacho de 24 años fue imputado de tentativa de homicidio agravado, portación ilegítima de arma de fuego y lesiones leves agravadas por el uso de arma de fuego durante un confuso episodio ocurrido el fin de semana pasado en la zona oeste. Las graves acusaciones recayeron sobre César Andrés M., a quien le dictaron 20 días de prisión preventiva luego de que una vecina de 19 años lo señalara como el responsable de las perdigonadas que recibió.

No obstante, el muchacho dio una versión opuesta. Dijo que fue víctima de un ataque a tiros por parte del hermano de la chica herida, a quien acusó además de disparar a su papá y a su cuñada. Esta última está internada con muerte cerebral y por ese hecho no hay detenidos.

El sábado a la tarde, dos mujeres ingresaron heridas al Heca. Patricia Elia O., de 25 años y cuñada de César, con dos disparos en el mentón y el tórax. La muchacha está muy grave, porque la bala le provocó muerte cerebral. La otra herida es Yamila Ayelén L., de 19, con lesiones leves de perdigones de escopeta en la cabeza y el brazo. El fiscal de homicidios dolosos en turno, Ademar Bianchini, sólo logró entrevistar en el hospital a Yamila, quien acusó a César como su agresor, lo que derivó en su detención.

Sin embargo, durante la audiencia imputativa de ayer, el joven detenido dio una versión diametralmente opuesta y acusó al hermano de Yamila de atacarlo a él y a su familia a los tiros.

César declaró que el sábado al mediodía estaba por comer con su esposa, sus padres y su hermano en el patio de su casa, ubicada en la Vía Honda. Que mientras su papá hacía un pescado a la parrilla, él salió a buscar algo a la casilla de al lado, donde vive con su mujer y tres hijos pequeños, y se cruzó en la vía con Rubén Darío L., alías Willy y hermano de Yamila, con quien dijo tener problemas de vieja data. Tras intercambiar algunas palabras, Cesar dijo que Willy lo amenazó. Y volvió acompañado de amigos, entre ellos los que identificó como Jorgito y Patito, quienes invitaron a César a pelear en un “mano a mano”. Pero cuando salió, le dispararon.

Según el relato de César, Willy disparaba una pistola 9 milímetros con la que hirió a su papá y a su cuñada Patricia. Y dijo además que Jorgito tenía una escopeta, con la que sin querer hirió a Yamila, la hermana de Willy.

“Ellos quieren mandar en el barrio y yo si les tengo que decir algo se los digo. Mi mamá ya hizo varias denuncias contra ellos, que venden drogas”, dijo César en la audiencia de ayer.

“Cuando Willy sacó el arma empecé a correr. Escuché unos diez tiros y cuando miré para atrás vi a mi cuñada tirada en el piso llena de sangre. Estaba muy mal”, recordó el muchacho, quien lamentó: “Me querían matar a mi, no puedo creer que ahora ella se esté muriendo por mi culpa, esos tiros eran para mi”.

Según el testimonio de César, al ver a Patricia malherida, la llevaron alzada hasta bulevar Seguí y pidieron ayuda a un automovilista para que la lleve al Heca. Él regresó a su casa, se encontró con la Policía, y fue a la seccional a radicar la denuncia. “Pero quedé detenido y no entiendo por qué”, se extrañó. Sólo especuló que Yamila lo acusó para desentender a su hermano Willy del crimen de Patricia.

Willy, como le dicen a Rubén Darío L., estuvo preso por el homicidio de Héctor Esquivel, un joven asesinado en abril de 2014 en Felipe Moré y Saavedra. Mientras era investigado por ese crimen, el joven pidió permiso laboral para salir del penal y no volvió, porque lo que fue declarado en rebeldía en septiembre pasado. Su hermana Ayelén también estuvo imputada por la tentativa de homicidio de Carina Esquivel, horas antes del crimen de Héctor.

Bondades del Estado

“Hay que aprender a medir las reacciones y los impulsos a partir de las bondades que nos da el Estado”, dijo ayer el juez Juan Carlos Vienna durante la audiencia imputativa de un joven de 24 años a quien dictó 20 días de prisión preventiva, pese a que el muchacho dijo ser víctima de un grupo de vendedores de droga del barrio que lo atacaron a tiros y dejaron a su cuñada con muerte cerebral. “Puede verse claramente una pelea intravecinal” y que el imputado “a la edad que tiene cree que la solución a los problemas es peleando mano a mano cuando en una sociedad normal hay que llamar al 911 o al Comando”.

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