Julian Assange, el fundador del sitio WikiLeaks que difundió documentos secretos de Estados Unidos, anunció ayer su “pronta” salida de la embajada de Ecuador en Londres, donde lleva dos años asilado por el gobierno de Quito, aunque no preciso cómo ni cuándo. Assange brindó ayer una conferencia de prensa junto al canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, en la legación de Ecuador en el Reino Unido ante una treintena de periodistas a los que sorprendió al afirmar que no tardaría en abandonar ese edificio, aunque “no por las razones que dan los medios de (Rupert) Murdoch”.
Mientras Assange aguarda una salida a su complejo caso, Londres reiteró ayer su “compromiso para alcanzar una solución diplomática” a una situación “difícil y costosa”, según un portavoz del ministerio británico de Asuntos Exteriores.
Pese a que el periodista cuenta con el amparo de Ecuador, Londres rechaza concederle un salvoconducto diplomático que le permita abandonar ese edificio rumbo al país latinoamericano.
El australiano, a quien Ecuador refugió en agosto de 2012 para evitar que fuera extraditado a Suecia, país que lo quiere interrogar por supuestos delitos sexuales que él niega, se mostró ambiguo sobre los rumores difundidos ayer por el canal de televisión británica Sky News, que le atribuyen problemas coronarios y de pulmón.
“Voy a dejar la embajada pronto, pero quizá no por las razones que ofrecen los medios de Murdoch”, explicó el ex hacker, de 43 años, que presentaba buen aspecto y una barba blanca, sin hacer más comentarios al respecto, informó EFE. En cambio sí aludió a las “dificultades” que conlleva vivir en una habitación pequeña, “algo que afectaría a cualquier persona sana”, y sin poder salir.
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