Ciudad

Assa dice que retiró 70 corralitos casi en un mes

En Aguas Santafesinas afirman que, tras meses de parálisis, se reactivaron los trabajos en vía pública.

El espectacular accidente acontecido ayer a las tres de la mañana en calle Corrientes entre Cochabamba y Pasco, en donde un hombre cayó con su vehículo dentro de uno de los tantos pozos que están siendo reparados por Aguas Santafesinas (Assa), volvió a poner el tema de los “corralitos” de la empresa sobre el tapete. Al margen de la eventual negligencia que pueda haber existido de parte del conductor en este caso puntual y de que los arreglos en ese sector habían comenzado recién antes de ayer, desde la firma responsable del servicio ya habían reconocido “demoras” en las tareas de reparación en vía pública por las lluvias y falta de presupuesto. En concreto, desde noviembre del año pasado hasta mediados de febrero se habían acumulado alrededor de 300 intervenciones sin concluir en la vía pública entre calzadas y veredas. Ahora desde la empresa afirman que la situación se ha revertido, muchos trabajos se han reactivado y que aspiran llegar a finales de marzo con sólo 200 corralitos en la calle. 

En la propia empresa admiten que el reclamo de los vecinos ante la incomodidad que se genera en la circulación tanto en calles como en veredas es en cierta forma justificado. Según informó a El Ciudadano Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales de Assa, hasta mediados de febrero llegaron a ser alrededor de 130 los corralitos que estaban instalados sólo en calzadas en la ciudad, contra un promedio de 80 que se contaban el año anterior.

Para Lanfranco, el problema no es la cantidad de arreglos, sino las demoras en la finalización de los trabajos. En este sentido, el funcionario explicó que los retrasos tienen dos causas principales: el inusual régimen de lluvias que cayó sobre la ciudad en el último mes del año pasado y las dificultades presupuestarias. En este sentido, según calculan en la compañía, un arreglo que usualmente resolvían en 15 ó 20 días llega a dilatarse hasta dos meses.

“Los desmoronamientos y la rotura de las viejas cañerías son más usuales con el desborde de agua y hasta que no comenzó el año no contábamos con ningún tipo de presupuesto para asignar a las reparaciones, por lo tanto se arrastró la demora”, argumentó Lanfranco.

Además, el funcionario señaló que la zona “más complicada” sigue siendo el denominado radio antiguo, delimitado al sur por bulevar Seguí, al oeste por Río de Janeiro, el parque Independencia al sudoeste y calle Génova al norte. En esta área, casi un tercio de la ciudad, algunas cañerías son centenarias y los conductos aún son pluviocloacales, es decir, trasladan el agua de lluvia a la vez que los desechos de las cloacas.

Más allá de que admitió las fallas en el ritmo de las reparaciones, Lanfranco aseguró que, salvo en el caso sucedido ayer, en los últimos meses no tuvieron aviso de ningún inconveniente de consecuencias graves en el tránsito, y recalcó que sólo dos de las 130 intervenciones requirieron un corte total de la calzada.

El funcionario finalmente explicó que desde el 17 de febrero (ya con el dinero presupuestado para este tipo de obras para este año) a la fecha se han retirado por finalización de trabajos 70 de los 300 corralitos que existían. Y que la idea es llegar a fin de mes con 200. Lanfranco sostuvo además que los que se están retirando por estas horas son los que habían sido colocados en los meses de octubre y noviembre. Actualmente, en la empresa afirman que hay 80 operarios trabajando en calzadas y alrededor de 30 en veredas, todos pertenecientes a la empresa contratista que realiza los arreglos.

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