Un hombre con problemas psiquiátricos mató a su madre a martillazos en la cabeza en la ciudad entrerriana de Victoria, de la misma manera que había asesinado a su abuelo hace 17 años, y luego se entregó a las autoridades.
El detenido es Matías Ciceri (37), sobrino de un hombre que también fue conocido en esta ciudad por haber sido condenado a prisión perpetua por el crimen de una beba que fue secuestrada y asesinada en 1993 luego de que su padre ganara el Quini 6.
El nuevo hecho ocurrió en una vivienda ubicada en Suipacha 472 y la víctima fue identificada como Juana Mercedes Charpentier (60). Tras cometer el crimen, su hijo se presentó cerca de las 19 en la Jefatura Policial Departamental de Victoria, a unas 12 cuadras de su vivienda.
«Con los brazos ensangrentados, se sentó en el patio de la repartición, esperó a que lo atiendan y en estado de shock confesó que había matado a su madre», indicaron voceros del caso.
Inmediatamente, personal policial de la División Criminalística acudió al lugar y encontró a la mujer sobre la cama, ensangrentada, pero todavía con vida. La víctima tenía los signos vitales muy debilitados, graves heridas en la cabeza producto de los martillazos y en la cama había masa encefálica.
Charpentier fue trasladada al hospital Fermín Salaberry de Victoria, donde a pesar de los esfuerzos médicos falleció alrededor de las 20 debido a la gravedad de las heridas recibidas.
Por otra parte, Ciceri quedó detenido y permanecía internado con custodia psiquiátrica y policial en el hospital local, a la espera de lo que disponga el fiscal de turno, Gamal Taleb.
Según las primeras investigaciones, se pudo establecer que la mujer sufría una enfermedad terminal, por lo que prácticamente no se movía de su cama en la vivienda donde vivía junto a su hijo y su pareja.
Ciceri había vuelto a vivir con sus padres hace muy poco tiempo, en los últimos meses, tras cumplir un tratamiento psiquiátrico en la ciudad de Federal, aunque pedía internarse en algún centro psiquiátrico ya que «tenía alteraciones morbosas que le provocaban ataques psicóticos», explicaron las fuentes.
Para perpetrar el crimen, el joven esperó a que la pareja de su madre saliera a realizar unas compras a un negocio del barrio y en ese momento la atacó. Si bien los vecinos llevaban una convivencia «normal» con esta familia y no habían tenido problemas, la ciudad quedó conmocionada ante el homicidio de la mujer porque otra vez hubo un crimen en la misma familia.
Hace 17 años, en la misma vivienda y de la misma manera que a su madre, Ciceri asesinó a su abuelo paterno, hecho por el que estuvo un año detenido hasta que lo declararon «inimputable», es decir que se consideró que no comprendía la criminalidad de sus actos y evitó ser sometido a juicio.
Tiempo después, estuvo internado en distintos hospitales psiquiátricos de Paraná y Federal hasta que recientemente le dieron el alta luego de varias salidas transitorias a su casa.
En 1994, el tío del joven y hermano de su madre, Julio Charpentier, fue condenado a prisión perpetua por el crimen de la beba Daiana Moreira (1), hija de Omar Ramón Moreyra, quien un año antes había ganado tres millones de dólares en el Quini 6.
Debido al estado público que tomó que el hombre se había vuelto millonario, le secuestraron a su hija y el 1 de octubre de ese año la niña apareció muerta en el domicilio de los Charpentier-Ciceri. Aparentemente, Charpentier y un cómplice tenían previsto pedir un rescate de 200.000 dólares, pero como la beba lloraba mucho le colocaron un colchón encima y la asfixiaron.