Edición Impresa

Asesinaron de un tiro en la cabeza a un adolescente

Negui Delbianco. El chico de 17 años fue encontrado sin vida tendido en el suelo de un pasillo del barrio Santa Lucía.

Un adolescente de 17 años fue ejecutado anteayer a la tarde de un disparo en la cabeza cuando se encontraba en un pasillo del barrio Santa Lucía, en la zona oeste. Los voceros del caso dejaron trascender que el agresor sería un hombre mayor de edad que está identificado, y que el móvil del crimen responde a un ajuste de cuentas por una deuda relacionada a la compra y venta de drogas. Sin embargo, vecinos y allegados a la víctima fatal –a quien en el barrio llamaban Gordito–, aseguraron que el homicida confundió al chico con otra persona. Además, denunciaron que en el pasillo donde mataron al adolescente vive una banda dedicada a la venta de  estupefacientes, y que serían responsables de varios ataques a tiros ocurridos en la zona en los últimos meses.

Darién Luis Ramos tenía 17 años y le decían Gordito. Anteayer minutos después de las 17 salió del rancho que compartía con una mujer, y cinco jóvenes en Uriarte (ex pasaje 1711) al 7800, en el corazón de barrio Santa Lucía.

Según informaron fuentes policiales, alrededor de las 18.30 recibieron un llamado al911, através del cual un vecino advirtió que había una persona herida en un pasillo ubicado en Estudiante Aguilar al 7445. Cuando los uniformados llegaron al lugar, Ramos yacía boca abajo con un disparo en el cráneo.

“En un examen preliminar podemos decir que el agresor disparó desde muy cerca, a quemarropa. El arma utilizada es calibre 11.25, por lo que la víctima puede haber sobrevivido sólo unos minutos después del ataque”, explicó una alta fuente de la investigación. “Pensamos en un ajuste de cuentas, porque no hay indicios de robo”, agregó el vocero, quien detalló que al cierre de esta edición el presunto homicida estaba identificado, aunque aún no había sido detenido.

“Alrededor de las 18 vinieron unos pibes para avisarme que el Gordito estaba herido en un pasillo del otro lado de avenida Circunvalación. No sabemos por qué estaba ahí. El domingo cuando salió de casa no dijo a dónde iba, pero amigos por esa zona no tenía”, sostuvo una mujer conocida del muchacho asesinado. “Cuando llegué ya estaba muerto. No le sacaron nada porque nunca tuvo nada. Billetera nunca tuvo, ni tampoco ropa nueva que le hubieran querido robar. No tenía nada de valor”, relató la mujer, quien no quiso brindar datos sobre su identidad por miedo a represalias por parte de los agresores. 

Según contaron los vecinos del barrio, Ramos era conocido por todos como Gordito. “Era buen pibe. Nunca tuvo problemas conla Policía. Lagente del barrio lo quería mucho. A veces, salía conmigo a cirujear con el carro, y si no le pedía a los vecinos para hacer changas, pero nunca se metió con nadie”, agregó un muchacho, que compartía la casa con Ramos.

“Hace tiempo que estaba peleado con la mamá. Ella vive acá a tres cuadras, y no se hablan”, contó a El Ciudadano un grupo de vecinos de Ramos que estaba reunido frente a la que era la casa del muchacho, por calle Uriarte. “Era un chico bueno, no sé que pasó”, comentó una mujer.

Otro vecino de la zona aseguró que el joven asesinado era querido en el barrio y que hacía unos pocos días se había asomado por la ventana de su local para preguntarle si tenía algún trabajito. “Después no lo vi más. No era un pibe problemático”, resumió de manera tímida el hombre, que se animó a reproducir los comentarios de los clientes. “La gente del barrio dice que en el pasillo en el que lo encontraron venden drogas, y parece que se lo confundieron con otra persona que les debía plata. Pero no sé, eso dicen los clientes”, prosiguió el vecino.

La versión de una ejecución como consecuencia de una deuda por la venta de drogas fue afirmada también por otros habitantes de la zona, quienes aseguraron que el pasillo de Estudiante Aguilar 7400 está custodiado por una banda que se encarga de fraccionar y vender droga en la zona. Sin embargo, nadie se animaba a decir siquiera un sobrenombre. “¡Se creen los dueños del barrio! Ya hirieron a unos cuantos pibes cerca de ese lugar. Darién no era el que buscaban, pero lo mataron igual. Este chico se fumaba un porro de vez en cuando pero no compraba cocaína. No tenía nada de plata”, agregaron los vecinos.

Según informaron fuentes de la investigación, en el lugar del hecho se levantó una vaina calibre 11.25 y la correspondiente ojiva que quedó como producto de la detonación.

El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno, junto con la colaboración del personal de la subcomisaría 22ª yla Brigadade Homicidios dela URII.

Comentarios