Policiales

Ituzaingó al 100 bis

Asesinaron de dos disparos a un hombre de 53 años en la cochera de su edificio 

Iba a guardar su vehículo junto a un acompañante y se encontró con una persona que le disparó en el tórax y en la cabeza. La víctima se desempeñaba como jefe del servicio de radiología del Hospital Centenario


Un vecino de barrio República de la Sexta fue asesinado ayer al mediodía cuando guardaba el auto en el estacionamiento de su casa. Se trata de Mauricio Gabriel Morera, de 53 años, quien se desempeñaba como jefe de diagnóstico por imágenes del hospital Centenario de Rosario.

El crimen ocurrió poco antes de las 14 en el sector de la cochera del edificio de UPCN ubicado en Ituzaingó 21 bis, casi Chacabuco, a donde la víctima alcanzó a ingresar su vehículo particular, en el que también viajaba un compañero de trabajo.

En esos momentos se les acercó un hombre, con capucha y barbijo, y sin mediar palabra le disparó dos veces al conductor acertándole dos tiros mortales: uno en el pecho y otro en la cabeza.

Su acompañante declaró más tarde que el agresor también lo apuntó a él pero al parecer se le trabó el arma.

En el lugar la Policía incautó una vaina servida calibre 22 y un sobre de papel marrón.

El crimen es investigado por la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli quien adelantó en rueda de prensa que el móvil del asesinato podría ser un conflicto interpersonal y descartó la hipótesis del robo, ya que por distintos testimonios se supo que el agresor disparó sin mediar palabra y huyó sin llevarse pertenencias de ningún tipo.

En ese sentido la fiscal dio por sentado que el agresor estaba esperando a la víctima en el estacionamiento de su edificio. Al respecto dijo que se trata de una persona que “sin decirle nada, sin exigirle dinero o efectos personales, simplemente le disparó”.

Según allegados a la causa, la ex pareja del hombre asesinado, un policía exonerado de las Fuerzas, se encontraba dentro del domicilio de la víctima junto a un amigo de ambos en el momento en que ocurrió el crimen.

Por ese motivo, la fiscal ordenó el secuestro de los teléfonos de ambos hombres, además del celular del compañero de trabajo de la víctima que presenció el ataque.

Al respecto, la fiscal Paolicelli dijo que ni esa persona ni el resto de los testigos oculares del crimen dijeron poder identificar al homicida porque tenía la mayor parte del rostro cubierto. Solo pudo corroborar que se trata de una persona de mediana estatura.

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