Edición Impresa

Asesinaron a un joven de un puntazo en el pecho

La víctima cayó en la puerta de un boliche luego de una pelea con los dueños del local, que fueron detenidos.

 

Amigos de la víctima quemaron el auto de uno de los dueños del boliche.
Amigos de la víctima quemaron el auto de uno de los dueños del boliche.

Una cinta perimetral y dos autos quemados adornaban en la tarde de ayer la esquina de avenida Belgrano y 9 de Julio de la ciudad de Pérez, donde está ubicado el boliche Galileo. Allí mismo, en plena madrugada, un futbolista de 25 años fue asesinado de un puntazo en el pecho y un golpe en la cabeza, tras una gresca que se desató en la puerta del local bailable, confiaron fuentes policiales. Los detenidos por el crimen son dos de los dueños del comercio. “Esta noche seguro prenden fuego la esquina”, consideraban ayer los vecinos, mientras veían arder el auto de uno de los acusados.

Ayer a la tarde había más gente que la habitual en la plaza de la localidad de Pérez, ubicada en el cruce de la avenida Belgrano y 9 de Julio. Es que, horas antes, ese lugar había sido el escenario del homicidio.

La víctima del crimen fue Pablo Conti, un joven de 25 años que ayer a la madrugada había ido con unos amigos a Galileo, un boliche ubicado a una cuadra del cuartel de bomberos. Según contaron algunos vecinos de la zona, el muchacho era futbolista y anteayer había regresado de la provincia de Córdoba, adonde había ido a jugar un partido.

Fuentes de la investigación señalaron que los hechos que derivaron en la muerte de Conti se iniciaron cerca de la 5.30, dentro del boliche. De acuerdo con los voceros, el muchacho y sus amigos protagonizaron una pelea en el local bailable, por lo que los patovicas los echaron del lugar.

Pero los jóvenes consideraron que esta medida era injusta, ya que la persona con la que habían mantenido la pelea permanecía dentro del boliche.

Según las fuentes, Conti y uno de sus amigos ingresaron con uno de los patovicas a buscar a su adversario. Pero una vez dentro del boliche se desató una nueva pelea, que derivó en una nueva expulsión.

“Cuando salieron del local, en la puerta ya se había desatado una gresca”, explicó un vocero de la investigación a El Ciudadano. De la pelea participaban uno de los amigos de Conti y dos de los dueños de Galileo, identificados como Daniel L., de 30 años, y Josué T., de 29.

De acuerdo con los pesquisas, el enfrentamiento se trasladó hasta la plaza, donde los propietarios del boliche agredieron a Conti con un arma blanca, provocándole una “herida punzocortante en el tórax izquierdo que le perforó un ventrículo del corazón”, especificó una fuente.

El joven fue trasladado en un patrullero hasta una clínica privada, pero falleció antes de llegar, sostuvieron los voceros.

En este mismo episodio, José L., un amigo de la víctima fatal, recibió un puntazo cerca del riñón, por lo que debió ser hospitalizado.

Sin embargo, otras personas que estuvieron en el boliche cuando se produjo el episodio contaron una historia diferente.

Según esos testigos, Conti salió del boliche con un amigo, cuando Daniel L. salió “como loco” y desató una gran gresca.

«Paren, paren, que me cortaron», habría dicho Conti antes de destapar con su mano una herida sangrante en su pecho. De inmediato, dos patovicas lo levantaron, lo hicieron cruzar la calle y le golpearon varias veces la cabeza contra una columna de cemento, en la que quedaron algunas manchas de sangre. El joven cayó al suelo y sus agresores habrían intentado socorrerlo, sin éxito, indicaron los testigos.

La muerte de Conti derivó en varios hechos de violencia en la misma madrugada de ayer. Según algunos testigos, los amigos de la víctima prendieron fuego un auto Renault 12, que pertenecía a uno de los dueños y estaba estacionado frente al local, y dieron vuelta un Mazda color gris. Luego, con palos y piedras se internaron en Galileo, ocasionando grandes destrozos.

Además, la horda enardecida se dirigió a una clínica médica –ubicada a una cuadra del lugar y perteneciente al padre de Daniel L.–, y rompieron todos los vidrios. “El hombre es médico, pero con esto le arruinaron la carrera, se va a tener que ir”, opinaban los vecinos.

Ayer a la tarde, grupos de personas comenzaron a reunirse en la plaza, frente al boliche. Algunos sólo para sacar fotos o comentar lo sucedido, pero otros llegaron con otras intensiones.

Cerca de las 17.30, el automóvil Mazda que había sido violentado en la mañana, comenzó a arder. Los bomberos –cuyo cuartel está a una cuadra del lugar– tardaron 15 minutos en llegar y apagar el foco ígneo.

“Esta noche seguro que arde todo”, dijo ayer a El Ciudadano Raúl –un vecino que todos los domingos vende pororó en la plaza– mirando hacia el boliche. “El que se debe querer matar es el carnicero de al lado, que es el dueño del local y no tiene nada que ver”, agregó.

Además, coincidió con varios de los presentes: “El problema es que acá corre mucha falopa”. Por el crimen, la Policía detuvo a los dueños del boliche, Daniel L. y Josué T., quienes en principio fueron alojados en la comisaría 22ª de Pérez, pero durante la tarde fueron trasladados a otra seccional de la Unidad Regional II.

Comentarios