El 2018 cerró con un doble homicidio. Un trío franqueó un portón de chapa e irrumpió la noche del domingo 30 de diciembre en una precaria construcción ubicada en la cuadra de Campbell casi esquina La República. Los intrusos estaban con ametralladoras y cuando vieron a las víctimas, abrieron fuego. Un hombre y un adolescente terminaron asesinados mientras que un vecino de 16, quien, según los primeros testimonios, estaba con las víctimas, terminó internado con heridas de bala en el Hospital Alberdi.
De acuerdo con voceros policiales y judiciales, los testimonios recogidos en la pesquisa apuntaron a que, pasadas las 22 del domingo pasado, tres personas que circulaban en dos motos ingresaron en una casa de la zona noroeste. Los vecinos escucharon una pelea y luego los disparos. Algunos de los testigos afirmaron que las armas en cuestión eran ametralladoras.
Como consecuencia de la balacera, tres personas fueron alcanzadas por las bala. Dos de ellas, que según vecinos eran tío y sobrino aunque los partes oficiales no lo confirmaron, murieron en el acto. La tercera, un adolescente, quedó internada con varios balazos pero sin riesgo de vida.
Voceros de la cartera de Seguridad informaron que el personal de la División de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) ingresó por el portón al domicilio y encontró un primer cuerpo sobre un charco de sangre. Identificaron a esa víctima como Kevin Ramírez, de 17 años, quien tenía herida de arma de fuego en la cabeza. A unos seis metros de distancia, en un patio interno, se encontraba también sin vida y con disparos en el tórax, Luis García, de 31 años.
Hubo otro herido en el mismo hecho: se supo luego, al conocerse que un muchacho ingresó desde el mismo domicilio al Hospital Alberdi. Se trata de Josué M., de 16 años. Le diagnosticaron herida de arma de fuego con orificios entrada y salida en la ingle izquierda y en el brazo derecho, además de otro impacto en el dedo índice derecho. Pese a las múltiples lesiones, las fuentes indicaron que, al cierre de esta edición, el adolescente estaba fuera de peligro.
El parte oficial destaca que varios vecinos apuntaron la casa de la balacera como un punto de venta de estupefacientes.
El personal de la seccional 20ª, con jurisdicción en la zona, inició las investigaciones que luego fueron retomadas retomó la División de Homicidios de la PDI. El fiscal de Homicidios Dolosos Luis Schiappa Pietra quedó a cargo del caso y ordenó las medidas de rigor. Los pesquisas indicaron que en la zona no hay cámaras de videovigilancia.
Los investigadores recolectaron 14 vainas servidas calibre 9 milímetros y una bala, las cuales fueron enviadas a peritar. Hay medidas en curso para corroborar y dilucidar la mecánica del hecho e identificar a los agresores, indicaron voceros judiciales.
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