Juan Carlos Gatito Iriarte, de 25 años, fue asesinado ayer alrededor de las 3.30 de un puntazo en el pecho y un machetazo en la cabeza luego de trenzarse a golpes contra al menos cuatro desconocidos que lo habían insultado en República de Irak al 1600, en barrio La Cerámica. El cuerpo sin vida apareció tirado en la pequeña vereda que tiene la cuadra de Cruz Chica al 2800, calle que termina contra uno de los tapiales de la fábrica de cerámicos que da nombre al barrio. A pocos metros, un cuchillo tipo tramontina en medio de la calle de tierra formaba parte de la escena de muerte y acompañaba el cadáver de Iriarte. Personal del Comando Radioeléctrico trasladó en la mañana de ayer a dos jóvenes de 18 años que estaban en la zona a la seccional 30ª, como sospechosos de haber participado en la fatal disputa.
De acuerdo con la investigación, con las declaraciones recolectadas se pudo reconstruir que la víctima fatal, quien vivía en jurisdicción de la comisaría 10ª, estaba de visita en la casa de un amigo, ubicada en Unión al 2600. “Eran tres personas, entre las que se encontraba Gatito. Tomaron vino hasta las 3 cuando se les terminó. El grupo decidió buscar un negocio abierto para reabastecerse. Caminaron tres cuadras hasta llegar a la esquina de República de Irak y Cruz Chica donde el trío se cruzó con cuatro pibes, quienes lo empezaron a insultar”, contaron fuentes del caso.
“Los testigos dicen que al escuchar los insultos, Gatito se volvió y empezó una pelea a golpes de puños, la cual culminó cuando Iriarte se desvaneció producto de un puntazo a la altura de la tetilla izquierda y un corte profundo en la cabeza”, describieron las fuentes consultadas.
En ese sentido, los investigadores detallaron que cerca de donde estaba el cuerpo se halló un cuchillo tipo tramontina, que se cree fue utilizado para apuñalar en el tórax a la víctima. “El arma blanca que encontramos podría corresponderse con la herida del pecho. El corte en el cráneo parece que fue hecho con un machete porque es muy profundo”, explicaron los voceros mientras aclaraban que los dos jóvenes de 18 años que terminaron siendo trasladados a la comisaría 30ª prestaron declaración y que, al cierre de esta edición, no estaban sospechados como autores del crimen.
“La víctima fatal tenía muchos antecedentes por delitos contra la propiedad y también por infracción al código de faltas por llevar armas blancas. Pero por el momento, no tenemos identificado a los agresores”, agregaron.
En la zona adonde atacaron a Gatito hay dos comercios. Las propietarias de los locales aseguran –al igual que los demás vecinos de la zona– que dormían al momento de cometerse el asesinato, por lo que no escucharon nada. Sólo dos adolescentes se animaron a contar ayer al mediodía a El Ciudadano que al momento del crimen, Gatito estaba con más de 10 jóvenes, muchos de ellos menores de edad.
“Eran una banda los de Iriarte, estaban pasados de vino cuando aparecieron algunos pibes y se agarraron, pasó todo enfrente de la canchita”, describieron los chicos, en referencia al potrero ubicado a pocos metros.
El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno junto con la colaboración del personal de la Brigada de Homicidios.
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