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Saga

Asesinan al padre del Pollo Bassi de 8 tiros frente a la remisería familiar

Fue atacado ayer por la mañana frente al local de Villa Gobernador Gálvez por un sicario que llegó y se fue en un auto.


En diez meses, tres miembros de la familia del sindicado narco Luis Orlando “Pollo” Bassi fueron asesinados en situaciones distintas pero con una mecánica idéntica. Los tres crímenes ocurrieron en inmediaciones de los locales que poseen los Bassi en la esquina de 20 de Junio y Chile de Villa Gobernador Gálvez. En todos hubo un solo tirador, quien ejecutó de varios disparos a sus víctimas. Todas estaban desprevenidas y el calibre del arma siempre fue 9 milímetros. El último ataque a la familia Bassi sucedió en la mañana de ayer: un joven acribilló de 8 disparos al padre del Pollo, Luis Ángel, cuando estaba sentado fuera de la remisería. El homicida bajó de un auto, caminó unos metros hasta la esquina y abrió fuego desde muy cerca contra el jefe del clan familiar para luego escapar. La víctima murió horas después en el hospital Provincial.

El Pollo Bassi está detenido desde septiembre del año pasado, cuando se entregó y quedó imputado como instigador del asesinato del líder de la banda Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido el 26 de mayo de 2013. La saga de sangre que siguió, sospechan investigadores, está ligada a este último homicidio: siete meses después de la ejecución de Cantero, su hermano Leandro murió luego de recibir cinco disparos de parte de un muchacho que llegó a pedir un remís, y a principios de febrero pasado un motociclista mató de dos tiros a su hermano Maximiliano.

Luis Ángel Bassi tenía 64 años. Décadas atrás se hizo conocido en los medios rosarinos porque sus autos trabajaban en Rosario sin autorización, lo que agitó largas polémicas.

El jefe del clan estaba minutos después de las 9 de ayer tomando mate en la puerta de su remisería villagalvense, en Chile y 20 de Junio. En ese momento, el conductor de un auto oscuro –un joven– paró en la esquina de 20 de Junio al 700, su acompañante bajó y caminó unos pocos pasos por Chile hasta llegar a la ochava; Bassi estaba sentado unos metros más allá. El atacante esperó que girara para mirarlo, sacó un arma y abrió fuego, describieron pesquisas del caso luego de entrevistar a un testigo.

El homicida disparó al menos en 14 oportunidades: 8 proyectiles hicieron blanco en el cuerpo de Bassi, quien fue trasladado de urgencia al hospital Anselmo Gamen de la vecina localidad. Los proyectiles le provocaron fracturas y lesiones graves en uno de los riñones y en un pulmón. Para las 10.30, la víctima ya había sido trasladada al hospital Provincial, donde fue sometida a una operación exploratoria para determinar las lesiones que presentaba. Al mediodía, la subdirectora del centro de salud, Soledad Rodríguez, indicó que el paciente había ingresado a la guardia consciente con diez orificios correspondientes a heridas de bala distribuidos en el tórax, abdomen, muslos y cadera. Cerca de las 17, las autoridades del Provincial informaron que el hombre había fallecido.

La familia Bassi posee dos locales, que se distinguen del resto por el color verde manzana de su fachada, en la esquina de 20 de Junio y Chile en el barrio Cinco Esquinas. Por Chile, a la altura del 2100, está el taller mecánico en el que trabajaban Luis Ángel y su hermano Omar. Allí también lo hacía Maximiliano, el hijo de 34 años que fue asesinado en febrero pasado mientras estaba acostado debajo de un camión para arreglarlo. La remisería Cinco Estrellas está al lado del taller, en la esquina. En ese lugar, un solitario atacante asesinó a sangre fría el 31 de diciembre pasado a Leonardo, otro hijo de Luis Ángel. Hacia el oeste, la construcción continúa por calle 20 de Junio y termina en un galpón donde la familia guarda los vehículos de la remisería y también los camiones en reparación. Ayer, cuando los atacantes detuvieron la marcha unos metros antes de la ochava, Omar estaba en la puerta del taller, aunque unos metros antes de la línea de edificación, pintando las ventanillas de una casa rodante. “Sentí los tiros y me metí al taller. Mi hermano estaba sentado afuera de la remisería tomando mates. No me imaginé que le iban a pegar. Hace seis meses que pedimos custodia pero no mandaron a nadie. Parece que estuviéramos predestinados”, se resignó ayer por la mañana.

Por su parte, Victoria –esposa de Luis Ángel– coincidió con su cuñado en recordar el pedido de custodia ante el temor de un nuevo ataque como el que efectivamente ocurrió.

“¿Dónde está la Justicia para nosotros? Me mataron a dos hijos y nadie hizo nada. Ahora pasa esto. ¿Qué esperan? ¿Que nos maten a todos? Son ellos (por el Poder Judicial) los que nos tienen que dar seguridad”, protestó la mujer en declaraciones a medios radiales.

Los pesquisas incautaron 14 vainas servidas calibre 9 milímetros a lo largo de la ochava.

Más de una decena quedó por 20 de Junio y el resto cerca de la puerta de la remisería.

“Estamos en plena etapa investigativa. Tras las entrevistas al testigo presencial del hecho tenemos algunos datos sobre la fisonomía de los atacantes. Se trata de dos muchachos jóvenes. Uno era el conductor, que no se bajó, y el otro fue el que caminó en dirección a la víctima y abrió fuego. Después del ataque, el tirador se subió al auto y el conductor aceleró por 20 de Junio”, contaron los investigadores.

Una esquina teñida de sangre

El 11 de febrero pasado, minutos después las 23, Maximiliano Gerardo Bassi, de 34 años y hermano del Pollo, estaba tirado boca arriba debajo del camión de un pariente estacionado en Chile al 2000, a 20 metros del local de la familia y de su taller. El conductor de una moto pasó frente al camión y su acompañante abrió fuego con una pistola 9 milímetros. La dupla esquivó el paso por el frente de la remisería y dobló a toda velocidad por 20 de Junio. Tras la balacera, Maximiliano terminó con dos impactos en el abdomen, por lo que fue trasladado al hospital Gamen. Lo derivaron al hospital Provincial, donde falleció la madrugada siguiente. A su vez, el mayor de los hermanos Bassi, de nombre Leonardo, murió a los 36 años el 31 de diciembre de 2013 en el interior de la remisería Cinco Estrellas. Cerca de las 17.30 de ese día, un joven entró y preguntó con ironía por un viaje al cementerio. El falso cliente esperó a que Leonardo entablara una conversación por radio para sacar una pistola 9 milímetros y gatillar al menos en 5 oportunidades. Cuatro plomos quedaron en el cuerpo del mayor de los hermanos Bassi y provocaron su muerte al instante. Además, uno de los choferes de la empresa recibió un disparo en el hombro izquierdo.

El hijo preso por el crimen del Pájaro Cantero

Luis Orlando Bassi, alias Pollo, se entregó el 25 de septiembre de 2013 luego de estar cuatro meses prófugo ante la Justicia y quedó imputado como instigador del asesinato del líder de la banda Los Monos, Claudio “Pájaro” Cantero, ocurrido el 26 de mayo de ese año a la salida de un boliche de la vecina ciudad, en el límite con Rosario. El 7 de febrero pasado, fue procesado por el magistrado a cargo de Instrucción 15ª junto a Milton Damario y Facundo “Macaco” Muñoz por el crimen de Juan Pablo Colasso, un barra de la hinchada de Coronel Aguirre de 30 años que fue acribillado en la puerta de su casa de Bordabehere al 1400, el 16 de noviembre de 2012, en Villa Gobernador Gálvez. Esta resolución fue apelada por los abogados defensores de las partes. En tanto, el 14 de octubre pasado el Pollo fue trasladado desde su lugar de detención en una provincia vecina hasta el despacho de la jueza de Sentencia 8ª, Marisol Usandizaga, para llevar a cabo una audiencia que estipula el código de procedimiento previa al dictado de un fallo. En dicho tribunal, el acusado enfrenta un juicio por un hecho ocurrido en marzo de 2012, también en Villa Gobernador Gálvez, donde un ex barra de Newell’s resultó baleado en la puerta de su vivienda. Además de esta causa, el Pollo espera el desarrollo de otros dos expedientes en su contra: los homicidios de Juan Pablo Colasso y el entonces jefe de la banda de los Monos Claudio “Pájaro” Cantero –aquí también están encausados Muñoz y Damario–, cuyos trámites se encaminan hacia el juicio oral.

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