Un hombre de 38 años fue apuñalado en una precaria vivienda ubicada en la zona sudoeste. El hecho tuvo lugar durante los últimos minutos del domingo, cuando Fabián Pablo Rodríguez recibió al menos cuatro puntazos mientras se encontraba reposando en una silla. La víctima fue atacada por un intruso que ingresó a su humilde morada, que carecía de puerta, y le asestó varias puñaladas con un elemento punzante. Malherido, Rodríguez salió del lugar y caminó varios metros hasta que cayó desvanecido en la esquina. Cuando la Policía llegó al lugar, el hombre yacía sin vida. Si bien los vecinos fueron reticentes a brindar información, un testigo aportó a la Policía algunos datos sobre una persona que salió raudamente del lugar del crimen.
Fabián Rodríguez, de 38 años, se ganaba la vida haciendo changas y cuidando automóviles en Rouillón y Aborígenes Argentinos, adonde se desarrolla una feria de grandes dimensiones. El hombre estaba distanciado de su pareja, María, y vivía en una precaria habitación que levantó con sus propias manos en pasaje 1830, a metros de calle Centeno. La casilla, identificada con el número 187, tiene tan solo una cortina a modo de puerta.
Minutos antes de que el fin de semana finalizara, Rodríguez se quedó dormido sentado en una silla plástica dentro de la habitación. Fue en ese momento cuando un intruso ingresó a la vivienda y le asestó varios chuzazos con un objeto punzante que no fue hallado en el lugar, explicaron los pesquisas.
La víctima, apodada Pechito, presentaba heridas en el cuello, en la clavícula derecha, en la región derecha del torso y en el hombro izquierdo. Como pudo, Rodríguez salió de la casa y caminó por el pasaje en el que vivía hacia Centeno. Pidió auxilio en la casilla de la esquina, frente a la cual cayó desvanecido. Los uniformados fueron alertados del hecho a través de un llamado al 911 y cuando llegaron al lugar el hombre ya había muerto, dijeron los voceros.
Según pudieron reconstruir los pesquisas, a pesar de la negativa de los vecinos a brindar información, un testigo identificó al presunto autor del crimen como un hombre robusto, de estatura media, que iba vestido con una remera y una gorra blanca, quien se dio a la fuga por pasaje 1830 hacia el sur, donde se perdió entre los pasillos de la villa de emergencia. Sin embargo, el sospechoso no había sido identificado.
Otra fuente consultada sostuvo que el agresor es un hombre con quien la víctima tuvo algunos roces vinculados a intentos de robo de los que Rodríguez fue víctima, lo que habría desencadenado las asperezas entre ambos.
Fuentes judiciales detallaron que además de las medidas de rigor que se realizan en estos casos se ordenó un relevamiento en la zona donde la víctima cuidaba coches para intentar conocer algún otro dato que pueda brindar una hipótesis sobre el móvil del crimen. Interviene en la investigación el Juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación, con colaboración de la Brigada de Homicidios y la seccional 19a.
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