Policiales

Villa Gobernador Gálvez

Asesinan a un jubilado de un tiro en cumpleaños familiar

Dispararon a un grupo de pibes reunidos en un pasillo ancho. Un plomo le entró por la espalda a Marcelino, de 66.


Marcelino Quiróz estaba jubilado. Tenía 66 años y anteanoche celebraba un cumpleaños familiar en una casa interna de Villa Gobernador Gálvez. Alrededor de las nueve conversaba con otras personas en la puerta de la vivienda, dentro de un pasillo ancho, cuando empezaron a sonar disparos. Un plomo le perforó la espalda y lo hizo caer. Otro le rozó el abdomen a uno de sus sobrinos. Los tiradores ni se acercaron. Gatillaron desde la calle, a más de 50 metros y huyeron. A uno lo reconocieron y ayer era buscado. La Policía dice que la bronca era entre pibes y que Marcelino, que murió algunas horas después, no tenía nada que ver.

“El problema era con unos pibes que se juntaban en ese pasillo. Una bronca interna entre ellos por algo que pasó hace un mes”, dijo ayer un investigador que pidió reservar el apodo y la descripción física del adolescente sindicado de disparar.

Voceros policiales dijeron que la balacera tuvo lugar minutos después de las nueve de la noche del sábado. A esa hora, Marcelino Quiróz se encontraba junto a Fabián y Ezequiel, sus dos sobrinos de 25 y 29 años, dentro de un pasillo ancho de Entre Ríos al 2100, a casi media cuadra de la vereda. Según las fuentes, dos adolescentes que no alcanzan la mayoría de edad, pasaron por la puerta y dispararon hacia adentro del pasillo. Un plomo rozó a Fabián y otro perforó a su tío Marcelino, que fue llevado al hospital Gamen por el Comando Radioeléctrico de Villa Gobernador Gálvez. Allí recibió los primeros auxilios pero por la gravedad, a las 11 de la noche lo derivaron al hospital de emergencias Clemente Álvarez de Rosario. A la una de la madrugada falleció. Su sobrino Fabián se salvó por pocos centímetros. Una bala le rozó el abdomen, pero no entró y sólo le provocó una herida superficial.

El crimen ocurrió en jurisdicción de la seccional 26ª, que le dio aviso al fiscal de la Unidad de Homicidios dolosos Adrián Spelta. Así, tomó intervención la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), a cargo del comisario Diego Sánchez, quien realizó las medidas de rigor.

Según los voceros, en el lugar se secuestró una vaina servida calibre 9 milímetros, que fue enviada a peritar. También se tomaron testimonios, algunos de los cuales sindicaron a uno de los tiradores con apodo, domicilio y hasta una descripción física muy particular de su rostro. También brindaron datos de su cuenta en Facebook, aunque un investigador confió que esta acusación no había sido formalizada hasta anoche.

De acuerdo a esos datos, la balacera fue para saldar un problema entre muchachos del barrio desatado hace un  mes, aunque no se aclaró qué lo motivó. Según esa teoría, Marcelino no tenía nada que ver con esos asuntos pese a que se llevó la peor parte.