Edición Impresa

Asesinan a un adolescente en una plaza de zona norte

El homicida, conocido como Gordo o Pinchado, y con quien la víctima se había peleado, seguía anoche prófugo.

Un adolescente de 17 años que anteanoche se encontraba junto con otros pibes en una plaza de barrio La Esperanza, en la zona norte, fue asesinado de un tiro en el pecho. Su agresor –que solía ser amigo de la víctima– llegó al lugar en bicicleta y gatilló varias veces contra el muchacho. Los tiros iniciales no salieron, pero el primer plomo en ser disparado se incrustó en el cuerpo de la víctima. Sus amigos intentaron socorrerlo y lo llevaron al hospital, pero llegó sin vida. Tras la muerte del chico, algunos de sus familiares fueron hasta la casa del agresor, que ya se había fugado de allí, y dispararon contra el frente de la vivienda, sin herir a nadie. Hasta anoche seguía prófugo.

Según informaron fuentes policiales, el hecho ocurrió cerca de las 20.30 de anteayer en plaza La Esperanza, un espacio verde de una manzana ubicado en la esquina de Herrera y Pizzurno que lleva el mismo nombre que el barrio donde está emplazada.

Tamara, una de las amigas de la víctima, contó a El Ciudadano que ella se encontraba allí junto con cuatro o cinco amigos. “Un par se cruzaron de vereda y después volvieron, y ahí fue que llegó el Gordo en bicicleta”, contó la chica de 13 años.

De acuerdo con el mismo relato, el recién llegado increpó directamente a Ezequiel Marcelo Bejarano, de 17 años. “No le dijo nada, solamente sacó el arma y quiso disparar pero no le salían las balas”, detalló Tamara. “Le quería pegar en la cabeza, pero cuando salió el tiro le dio en el pecho”, agregó la testigo.

Según la chica, apenas Ezequiel estuvo herido, el llamado Gordo escapó del lugar. En tanto, uno de los chicos que estaban en la plaza cargó al adolescente herido en su moto y quiso llevarlo hasta el hospital. “Se cayeron los dos al piso, así que lo terminaron llevando en un auto”, detalló la chica.

Sin embargo, el muchacho no llegó con vida al hospital Alberdi. De acuerdo con el parte médico, Ezequiel presentaba una herida de arma de fuego en el tórax y otra en la pierna izquierda.

Vidas de barrio

Ezequiel vivió en barrio La Esperanza desde que nació. En su casa, ubicada en pasaje 1357 al 2258, viven también su madre y sus cuatro hermanos. Ése fue el lugar elegido para su velorio, que comenzó en el atardecer de ayer, ni bien el Instituto Médico Legal, a cargo de la necropsia, entregó el cuerpo a su familia, explicaron fuentes del caso.

Según contaron sus familiares y amigos, Ezequiel trabajaba vendiendo flores en la ciudad de Granadero Baigorria, ubicada pocas cuadras al norte del barrio La Esperanza. “Todos los pibes de por acá venden flores que compran en una cooperativa”, detalló una joven.

El Gordo, también conocido como Pinchado, cuyo nombre es Fabio S., tiene 19 años y vivió toda su vida en el mismo barrio, pero por calle Freyre a la altura del 2100, a la vuelta de la casa de Ezequiel.

Ayer por la madrugada, tras conocerse la muerte del adolescente, algunos allegados a la víctima balearon el frente de esa vivienda, pero el Gordo no estaba allí. “Dicen que se fue a Santa Fe, porque allá tiene familia”, dijo una mujer que esperaba el comienzo del velorio en la puerta de la casa de Ezequiel.

Los familiares de Ezequiel dijeron que él y el Gordo solían ser amigos. Pero nadie supo explicar si había existido una pelea entre ambos. “Eran del mismo grupito, no sé que pasó”, dijo una mujer.

Para la Policía, el móvil del homicidio fue un ajuste de cuentas. Según las fuentes, víctima y victimario cuentan con antecedentes penales, algunos de ellos por robo.

De acuerdo con los investigadores, el agresor ya fue identificado por testigos y desde anteanoche era buscado por personal de la Sección Homicidios y la comisaría 30ª, ubicada a una cuadra del lugar del asesinato.

Según los familiares de la víctima, a pesar de la cercanía de la seccional, la Policía no llegó al lugar a tiempo para socorrer a Ezequiel ni para atrapar a su agresor antes de que huyera.

Comentarios