La ex ministra de Educación Claudia Balagué y el delegado seccional de Amsafé Rosario, Gustavo Terés, se refirieron a la porción de alumnos que por cuestiones de conectividad perdieron la relación con la escuela durante la pandemia. La actual diputada Balagué dijo: “Los docentes nos hablan de una «desconexión» de alumnos cercana al 30 por ciento. Algo que no está sistematizado pero los docentes son el verdadero termómetro”. En sintonía, Terés, manifestó: “A partir de la modalidad virtual de trabajo y las condiciones de precariedad en la emergencia, con responsabilidades de los gobiernos, han aumentado muchísimo los niveles de abandono, de deserción y de falta de contacto de los alumnos con las instituciones educativas”.
Desde la interrupción de clases presenciales en marzo, en el marco de la emergencia sanitaria por coronavirus, la pregunta que insiste de forma permanente es cuándo volverán las clases. Sin embargo, ambos dirigentes no ven perspectivas de que esto pueda suceder pronto.
Balagué, en declaraciones a LT8, indicó: “En estas condiciones epidemiológicas es muy difícil pensar en una vuelta masiva a clases. Los especialistas son muy claros en el análisis y marcan lo mismo”. Siguió: “Hay dos cosas que no se planificaron en Santa Fe. Lo que ya tendría que estar funcionando es el evitar el abandono escolar, es una curva que no se está visibilizando”. Terés coincidió: “”En este contexto es totalmente desacertado discutir la vuelta a la presencialidad, a lo que llamamos una escuela segura”.
“El gobierno se desconectó de la sociedad no sólo en políticas de salud sino también con respecto a la educación pública”, expresó el gremialista a El Ciudadano. Además, detalló: “Tenemos índices en algunas escuelas de sectores medios donde el 50 por ciento de los chicos no se conecta y en los sectores vulnerables es mucho más alto. Hace falta toda una política de revinculación de esos chicos que han perdido la conectividad o no logran vincularse”.
Para eso Terés consideró que se requiere la creación de nuevos cargos que puedan realizar un acompañamiento pedagógico. Cuestionó las políticas llevadas adelante por el gobierno nacional y provincial al señalar que ninguno garantizó “las plataformas públicas necesarias para que docentes, niñas y niños no tuvieran que pagar para conectarse. Se violentó el principio de gratuidad de la educación ya que terminó siendo arancelado y tampoco se proveyeron los soportes tecnológicos necesarios para que muchos chicos se pudieran conectar”.
Por su parte, la ex ministra de Educación provincial planteó que “hay un desgaste por la no planificación sobre cómo se debe enseñar en esta normalidad. No hubo apoyo a los docentes, cada uno hizo lo que pudo con la mejor predisposición”. Además, consideró urgente la planificación para la vuelta a clases para el año próximo; “No estamos estudiando las condiciones de cada escuela en particular. Eso ya tendría que estar en marcha. Preparar la vuelta a clases lleva varios meses”.
En este sentido, Terés consideró: “Creemos que en el año 2021 lo primero que hay que hacer es escuchar a los sanitaristas y escuchar cuál va a ser la perspectiva de la evolución de esta enfermedad. En segundo lugar, el gobierno tiene que tener una política de planificación y de aplicación de políticas públicas que garantice una vuelta a la escuela segura. Esto implica no solo la reparación de escuelas deterioradas sino también la creación de nuevos espacios, la ampliación de aulas, la ventilación, la presencia de mamparas, no solo los kits individuales, la creación de cargos”.
El dirigente sindical compartió dos modelos en el mundo: el caso de Dinamarca donde, “con mucha inversión en Educación”, pudieron volver las clases presenciales de forma segura; y el caso de Israel “que aunque es un país desarrollado, la vuelta a clases significó un rebrote masivo”.
“Está claro que algunas de las cosas que hay que establecer es saber que el gobierno tiene que trabajar con una planificación, tiene que establecer prioridades, discutir con las comunidades educativas , tienen que hacer partícipe a los gremios, al fondo de asistencia educativa, a toda la sociedad civil para discutir una vuelta a la escuela segura cuando la condiciones de la pandemia lo permitan”, sintetizó.
“El error de los gobiernos es bajar los protocolos como si todos los colegios fueran iguales. Lo que tienen que entender es que el protocolo puede dar un marco general para la intervención pero que no hay escuelas iguales ni espacios iguales. Inclusive hoy nos encontramos con un deterioro material muy grande de las escuelas en nuestra ciudad”, concluyó Terés.
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