El arzobispo Eduardo Martín dio una misa el jueves pidiendo paz a la población y a los barrios. La celebró en la parroquia María Reina del Decanato Oeste que fue baleada el domingo pasado.
“Nadie se puede hacer el distraído en este momento. Lo que necesitan nuestros barrios es paz y tranquilidad. Lo que quiere la gente es poder vivir tranquilos”, dijo el arzobispo.
Aseguró que la seguridad “no está en manos ni del Obispo, ni del Cura, ni de nosotros, sino de las autoridades. Por eso reclamamos con humildad pero con firmeza que asuman el compromiso, su deber que es mantener y resguardar la seguridad de las personas”.
La parroquia estaba llena de fieles que lo escuchaban atentamente y reclamaban lo mismo en silencio.
Aclaró que “la Iglesia trabaja por amor a Cristo y tiene que estar donde están los más postergados y necesitados. Y eso es lo que hacen los sacerdotes de la pastoral de Drogadependencia en los barrios populares, trabajando junto a los jóvenes que sufren la esclavitud de la droga”.
El sacerdote pidió “ir a las raíces de los problemas” frente a todos los ataques ocurridos en la ciudad. “En los barrios tenemos muertos a diario. Crecieron el consumo y la venta de drogas, las armas y el dinero negro”, dijo Martin.
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