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Más de lo mismo

La Lepra volvió a mostrar falta de ideas en ataque e igualó sin goles ante el Rojo. El DT no desespera

José Odisio

Otro empate con sabor a nada, otra actuación decepcionante, otro toque de atención. Newell’s fue más de lo mismo e igualó con Independiente en un partido donde hizo poco para merecer mejor suerte y apenas rescató un punto por las manos de Peratta y la siempre confiable solidez defensiva.

Una vez más la Lepra fue un equipo sin ideas, con un plan de juego previsible y con dos delanteros que ni siquiera asustaron a los rivales. Jorge Achucarro se cansó de intentar la jugada imposible y no pudo ni hilvanar un pase decente. Y Joaquín Boghossian desparrama lentitud a la cancha y cualquier defensor lo marca sin siquiera despeinarse. Si no fuera por los 11 goles que anotó en el torneo pasado y su rendimiento superlativo, nadie creería que el delantero uruguayo que hoy viste la casaca 20 de Newell’s es un atacante digno de un equipo de Primera.

El partido fue chato. Tal vez dejó una mejor imagen Independiente, pero sólo porque sus mediocampo apareció un poco más estructurado y no apostó tanto al pelotazo como Newell’s. El buen manejo de Piatti y Acevedo y algunas trepadas interesantes de Mareque alcanzaron para que el Rojo se mostrara un poco mejor que el local, aunque en situaciones de gol no hubo tanta diferencia.

La Lepra repitió el libreto que casi conoce de memoria, más allá de que no siempre le da resultados. Sensini apostó una vez más a atacar por afuera, pero tanto Dolci como Estigarribia dejaron claro que no son solución de nada.

Así, el equipo quedó a expensas de una genialidad de Mauro Formica o de una pelota parada. Ya que a diferencia del torneo pasado, por ahora no puede depender de su goleador Boghossian, que todavía se debate con una pretemporada que al parecer le cayó “pesada”.

Las pocas chances llegaron con estos argumentos. En la primera parte Alayes cabeceó un centro de Dolci para hacer lucir a Gabbarini, un rato más tarde el propio defensor empujó la pelota a la red pero su gol fue bien anulado por posición adelantada y en el inicio del complemento, el Gato dibujó una fantasía para dejar cara a cara con el arquero a Achucarro, pero Gabbarini fue más rápido que el paraguayo y despejó con los pies.

En tanto el Rojo manejó la pelota con prolijidad, pero cada vez que se acercó al área local se encontró con la solidez de Alayes, Schiavi o el incansable Mateo. Y las dos veces que Silvera logró zafarse de la marca, apareció Peratta para mantener el cero. El Cuqui tuvo la definición del partido a los 28 minutos del complemento, pero su remate a quemarropa se encontró con la humanidad del arquero leproso.

Al final el empate no le cayó mal a ninguno de los dos. Y mucho menos a la Lepra, que mientras intenta recuperar su fútbol y aflojar los músculos, no ve con malos ojos sumar ante un rival que arranca el torneo con chapa de candidato.

Todavía falta. Sensini deberá acomodar mejor las piezas, Boghossian tendrá que volver a ser el goleador implacable y el equipo algún día volverá a ganar en el Coloso. Pero el punto sirve, peor es nada.

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