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Arrancó evento de economía con un fuerte tono político

Carrió, Rodríguez Saá y De Narváez desgranaron propuestas en el Congreso de la Fundación Libertad.

La relación entre la Nación y las provincias, los ataques al gobierno nacional y un aire casi permanente de discurso de campaña fueron los ejes principales en el inicio del 6º Congreso de Economía Provincial, que se desarrolla en la Bolsa de Comercio y es organizado por la Fundación Libertad. El evento contó con la visita de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, del diputado y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Francisco De Narváez, y del gobernador de San Luis y candidato a presidente de la Nación por el PJ Federal, Alberto Rodríguez Saá, entre otras figuras de la política y la economía.

Luego de una mañana dedicada a la economía, donde estuvo Ricardo López Murphy junto a los economistas locales Jaime Abut y Rogelio Pontón, la tarde arrancó con las presencias políticas nacionales. La primera en hablar fue Carrió, quien imaginó hacia delante una Argentina “en abundancia, próspera, a partir de la gran demanda de alimento que va a requerir toda Asia”. Para eso la líder de la Coalición Cívica pidió “dejar atrás una Argentina resentida, de odios, y plantear una país muy próspero, con repoblamiento del interior, que es posible gracias a lo agroindustrial”.

Pese al marco casi académico del congreso, las  declaraciones políticas abundaron. En una parte de su discurso Carrió se quejó por el mote de oligarca que el oficialismo le dedica a parte de la dirigencia agropecuaria, y retrucó: “Acá el único oligarca es (Hugo) Moyano”.

Cuando llegó el turno de hablar de su candidatura, Lilita prometió definirla en marzo, y que “si después de ser Juana de Arco la sociedad quiere que sea presidenta” lo será, dijo.

Tras el paso de Lilita llegó el turno de Rodríguez Saá, quien puso el eje de su discurso en los logros del gobierno puntano y en la necesidad de reformar la relación entre la Nación y las provincias, tanto en el aspecto político como económico, y hasta se animó a pedir que “inviertan en San Luis”.

Sobre el federalismo político, el gobernador apuntó al “Pacto de Olivos, que dejó al país sin Colegio Electoral, y que permitió que ahora las elecciones presidenciales se decidan en el conurbano bonaerense”.

En cuanto al federalismo económico, el gobernador dijo que en la actualidad “hay superposición de esferas de poder entre Nación, provincia y municipio”, lo que en su concepto hace que se malgasten los recursos por encargarse muchas veces de las mismas áreas: “Este año el presupuesto de Nación, provincia y municipios alcanzará, sumados los 600 mil millones de pesos, unos 150 mil millones de dólares, una cifra similar a la deuda externa argentina”, dijo, para luego rematar: “Eso quiere decir que cada año presidente, gobernadores e intendentes disponen de una deuda externa completa para invertir y no logran hacer un metro de cloaca”, se quejó.

El gobernador utilizó el mismo tono de campaña del resto de los oradores y aprovechó para poner en primer plano la gestión de su provincia, aprovechando además un auditorio de empresarios para hacer una convocatoria a “invertir en San  Luis”. Sobre los ejes de su gestión, habló de un índice de desocupación de 1,6 por ciento, se jactó de tener el 42 por ciento de las autopistas del país, y de haber construido más de 54.000 viviendas, además de la conocida posibilidad que tienen los puntanos de tener wi fi (internet inalámbrica) en todo el territorio provincial.

En el plano estrictamente electoral, el gobernador de San Luis, uno de los precandidatos presidenciales del PJ Federal, dijo: “Yo le voy a ganar a Duhalde, voy a ser candidato a presidente del PJ Federal, y él me va a apoyar”. En relación a la meneada posibilidad de que el senador Carlos Reutemann sea candidato presidencial, dijo: “Eso ya está claro, el ya envió las señales de que no será candidato a presidente y es uno de los garantes del acuerdo de nuestro espacio. No hay que darle más vueltas a la cosa”.

El último en llegar, rodeado de algunos referentes rosarinos del PJ, como el concejal Diego Giuliano, el ex concejal Osvaldo Miatello y el ex ministro de Reutemann Ángel Baltuzzi, entre otros, fue el precandidato a gobernador por el peronismo Federal, el diputado Francisco De Narváez.

Pese a su referencia en la provincia de Buenos Aires, el diputado se ocupó de hablar en todo momento de las políticas nacionales, toda vez que su tema de conferencia era “La Argentina posible: propuestas para el futuro”·. En ese marco pidió ir a “un verdadero federalismo, que vaya más allá de una nueva ley de coparticipación federal, algo que evidentemente necesitamos” y pidió que se incluya a los intendentes en esa nueva ley.

Al mismo tiempo destacó como “el logro más importante de la última década” a la Asignación Universal por Hijo, “una medida que permitió que 3 millones y medio de niños tengan una condición de vida mucho mejor que la del año pasado”.

En la enumeración de temas que compondrían un futuro programa de gobierno, De Narváez pidió ir hacia “escuelas de doble jornada”, y una salud pública que contenga “realmente a todos”.

También advirtió sobre la instalación del narcotráfico en el país, ante lo cual pidió “entablar una batalla frontal”.

No podía faltar el abordaje de la inseguridad, tema en el que el diputado pidió “no endurecer las penas sino producir más condenas que se cumplan efectivamente”.

En el aspecto económico pidió ir hacia el pleno empleo y calificó al sector agropecuario como “el motor de la economía”. Además, propuso la idea de la conformación de un Banco Nacional de Desarrollo y Fomento, institución que dijo podría ampliarse a la participación de otros países sudamericanos, principalmente Brasil.

Tras un somero bosquejo de una posible política internacional, donde pidió “volver al mundo” y no seguir siendo “los indisciplinados del barrio”, el diputado por la provincia de Buenos Aires terminó su alocución pidiendo “moderación, una Argentina normal, con posibilidad de progreso para todos”.

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