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Arrancó el Congreso de la Lengua y el recuerdo de Rosario 2004 estuvo presente

En la ceremonia de apertura en el Teatro San Martín de Córdoba, el rey de España, Felipe VI, marcó como un hito la tercera edición del encuentro, que albergó nuestra ciudad en la que sus ciudadanos fueron quienes popularizaron el evento


El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española quedó formalmente inaugurado este miércoles en la ciudad de Córdoba con una ceremonia de apertura en el Teatro Libertador San Martín donde hablaron, entre otros, el rey de España, Felipe VI y el presidente Mauricio Macri, y donde el recuerdo de la edición del Cile desarrollada en Rosario en 2004 estuvo presente.

Y fue precisamente el monarca español quien destacó que “por segunda vez, la República Argentina acoge el Congreso Internacional de la Lengua Española, cuando no se han borrado aún los recuerdos del Congreso celebrado en 2004 en la ciudad de Rosario. Era aquel el tercero de una serie inaugurada en la mexicana Zacatecas y continuada en el corazón de Castilla, en Valladolid”.

“En el Congreso de Rosario se produjo un cambio inesperado. Los ciudadanos, que habían preparado con ilusión la celebración adornando calles y casas, se adueñaron del Congreso popularizándolo”, subrayó Felipe VI. Y abundó: “Ya no eran sólo los congresistas quienes sentían y exteriorizaban el gozo de encontrarse con hispanohablantes de diversos países. Toda la ciudad se convirtió en capital de nuestra lengua común y festejaba la palabra como el tesoro más precioso que, sin distinción de clases sociales y de ideologías, nos pertenece a todos por igual”.

En esa línea, el rey puntualizó: “Sentó así Rosario un precedente que los congresos que le siguieron se han esforzado en continuar”.

Seguramente, las palabras del hijo de Juan Carlos I sonaron como música a los oídos del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, uno de los mandatarios provinciales que asistieron a la ceremonia de apertura del Cile 2019.

Asimismo, el monarca destacó que estos congresos que incluyen sesiones de discusiones y estudios “no han pretendido nunca llevar el status de científico”, sino que “están abiertas de par en par a toda la sociedad, por su espíritu inclusivo e integrador para proyectarse con amplitud y generosidad hacia campos de la cultura, la educación, la tecnología y el emprendimiento contemplados con miradas de futuro”, y precisó que 480 millones de personas tienen al español como lengua.

Más allá de la solemnidad del acto, también se colaron algunos inesperados furcios, como cuando el rey mencionó al “gran José Luis Borges”, como un orgullo de los argentinos.

La Docta, culta y blindada

Todo comenzó muy temprano con un fuerte operativo de seguridad con más de mil efectivo de distintas fuerzas que alteró la rutina de los habitantes de La Docta. El dispositivo hizo que el tránsito fuera caótico en las inmediaciones del Teatro Libertador San Martín, sede de la ceremonia de apertura del Cile. El sobrevuelo de helicópteros le aportó un condimento especial a la mañana cordobesa, que amaneció con nubarrones amenazantes, pero después se fue despejando paulatinamente.

Aquellos que fueron invitados especialmente a la ceremonia (no era de libre acceso) y los periodistas debidamente acreditados (hubo varios que no figuraban en los listados y no pudieron ingresar al teatro) debieron sortear varios puestos de control y hasta tuvieron que pasar mochilas y bolsos a través de un escáner antes de poder ingresar al teatro.

La ceremonia se desarrolló con puntualidad real a partir de las 10 de la mañana, con la llegada del rey Felipe VI y la reina Letizia Ortiz, junto al presidente Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada. A partir de allí se sucedieron los discursos del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti; la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan; y el director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado.

Luego fue el turno de Felipe VI, quien tras destacar el quiebre que significó para la historia del foro de reflexión sobre la lengua de la edición 2004 del Cile en Rosario, expresó: “Es significativo por sí solo el hecho de que otra ciudad argentina, transcurrido poco tiempo, haya solicitado ser sede de un nuevo encuentro. Esta ciudad, con toda justicia llamada la Docta, lo ha hecho convencida de que su historia y su vitalidad contemporánea y actual le permiten hacer una aportación enriquecedora al Congreso y a nuestra lengua”.

Seguidamente, fue el turno del presidente Macri, quien en la misma sintonía que el monarca español destacó el hecho de que nunca antes un país había sido anfitrión de dos ediciones del Congreso.

“Es una distinción que nos llena de orgullo y también la vivimos como un reconocimiento al camino de integración al mundo que hemos emprendido”, señaló el jefe del Estado.

“La lengua es nuestro mayor activo, la riqueza mejor distribuida de nuestra comunidad”, expresó Macri, quien también aprovechó la ocasión referirse a los cambios en educación que impulsó su gestión.

Vargas Llosa condimentó la apertura del Congreso

Posteriormente, hubo intervenciones de Santiago Kovadloff, la española Carme Riera y el siempre polémico premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa.

Kovadloff reflexionó sobre el poder de la palabra hablada, en los tiempos que corren, donde “el miedo a la paz cunde en diversas latitudes”.

Mientras que Riera se convirtió este miércoles en la primera escritora convocada para abrir el Congreso de la Lengua, un hito que remarcó como el correlato de una etapa en la que las mujeres “estamos dejando de ser habladas para comenzar a hablar”, aunque tomó distancia de algunos fenómenos como el lenguaje inclusivo, porque “el acento debería estar puesto en igualar los sueldos, más que igualar los términos”.

A su turno, el peruano señaló que “América era una torre de Babel antes de la llegada de los europeos”, que el castellano “introdujo conciencia moral en Latinoamérica” y que “las academias no crean la lengua, la crean los hablantes y escribientes, las academias recogen eso que hacen quienes hablan un idioma”.

Y también le apuntó al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

“Me gustaría citar una carta que López Obrador envió al rey de España y al papa Francisco, sugiriendo que pidan perdón por la violencias que se cometieron en aquellos años, que Juana Inés de la Cruz llamaba rudos”, anticipó.

“Yo tengo la impresión de que el mandatario mexicano se equivocó de destinatarios. Debió mandársela a él mismo y responderse, o respondernos, a la pregunta de por qué México, que hace cinco siglos se incorporó al mundo occidental gracias a España, y que hace 200 años es independiente y soberano, tiene todavía tantos millones de indios marginados, pobres, ignorantes y explotados”.

“Es una pregunta -agregó- que pueden hacerse prácticamente todos los presidentes latinoamericanos, porque ningún país latinoamericano ha resuelto esa injusticia proverbial”.

A entender del autor de La ciudad y los perros, “ese problema está vivo hoy aquí y nos golpea la conciencia a nosotros latinoamericanos, que no fuimos capaces de resolverlo”.

Para finalizar, Vargas Llosa anunció que la próxima edición del Cile se desarrollará dentro de tres años en su tierra natal, Arequipa.

Tras la sesión formal de apertura, comenzaron a desarrollarse, desde este miércoles y hasta el sábado las sesiones plenarias organizadas en torno a cinco secciones o ejes temáticos: “El español, lengua universal”; “Lengua e interculturalidad”; “Retos del español en la educación del siglo XXI”; “El español y la sociedad digital” y “La competitividad del español como lengua para la innovación y el emprendimiento”.

Habrá también cuatro sesiones plenarias especiales, un show de Les Luthiers al aire libre, el cantautor español Joaquín Sabina leyendo poemas en medio de un homenaje del tango a su trayectoria, una retrospectiva sobre Atahualpa Yupanqui, varias mesas de debate con intelectuales de renombre poniendo bajo la lupa el presente y futuro del idioma español y hasta un “anticongreso” que se desarrollará en paralelo al Cile.

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