A partir de este jueves entra en vigencia en la ciudad el nuevo Código de Publicidad que obliga a todos los comerciantes de una amplia área del centro –comprendida entre avenida Pellegrini (excluida), bulevar Oroño y el río Paraná– a retirar los carteles con voladizos. Según explicaron desde la Municipalidad se comenzarán a labrar multas contra todos los negocios que incumplan con la normativa, aunque estarán a salvo aquellos que demuestren que tienen en trámite el pedido para quitarlos. Esta “flexibilidad” tiene su explicación en que son pocas las empresas que se dedican a “bajar carteles” y las mismas están dando turnos a futuro, ya que no pueden satisfacer la demanda que se ha generado a último momento. Por su parte, desde la Asociación Empresaria de Rosario (AER) aconsejaron a los distintos negocios que cumplan con la normativa establecida. Además, se comprometieron a realizar gestiones ante el Ejecutivo para defender eventuales casos de “buena voluntad”, es decir comercios que quieren cumplir la normativa pero tienen “problemas de caja” que les dificulta hacerlo a la hora de hacer frente a los costos que implican quitar la cartelería de la vía pública.
Desde la Municipalidad, el director de Inspección, Rodrigo Gutiérrez, señaló que “son muchos los comerciantes que han demostrado su intención de retirar los carteles” y adecuarse a la normativa. “Es por eso que hemos decidido flexibilizar la cuestión, teniendo en cuenta que hay pocas empresas que se dedican a eso. Otorgaremos una prórroga a todos aquellos que demuestren fehacientemente que ya pidieron su turno. Se les va a respetar la demora teniendo en cuenta la fecha otorgada por la empresa que retira la estática. Por supuesto, chequeando oportunamente que el pedido ha sido realizado. Vamos a ser tolerantes con todos aquellos que demuestren voluntad de cumplir con la norma”, explicó.
Sin embargo remarcó que no habrá contemplaciones para los que no hayan realizado los trámites necesarios para retirar la cartelería. “Para todos aquellos que no hayan retirado los carteles o no demuestren que tienen el pedido en trámite, los inspectores, a partir del 1º de julio, comenzarán a labrar actas con multas. Al tiempo, si no se cumplió con lo establecido por la norma, la Municipalidad procederá a bajar por su cuenta la cartelería, y es el comerciante quien se hará cargo de todos los costos relativos a este trabajo”, destacó.
Consultado sobre los valores de las multas a aplicarse, Gutiérrez no pudo dar mayores precisiones pero habló de “montos elevados”. “Quienes se encargan de establecerlos, teniendo un piso y un techo a la hora de evaluar los valores, son los jueces de falta, eso queda a criterio de ellos. Igual, insisto, gran parte de los comerciantes están demostrando una buena predisposición frente a la norma y eso nos movió a flexibilizar la cuestión”, añadió.
Por su parte, el presidente de la AER, Elías Soso, indicó: “Nosotros aconsejamos a nuestra gente a que cumpla con la norma establecida. Sabemos que la mayoría ha decidido cumplirla pero hay muy pocas empresas que prestan el servicio de cartelería en la ciudad por lo que están saturados de pedidos. Acá hay que tener principalmente mesura. Nosotros descontamos que va a haber una respuesta positiva de ambas partes, tanto de los comerciantes como de la Municipalidad”.
“Nosotros lo que venimos haciendo es pedirle al municipio que sea flexible. Acá subyacen muchas cuestiones y una de las principales radica en el tema del gasto que hay que afrontar para retirar un cartel. Por eso, en algunos casos, no es que la gente no quiera cumplir la norma sino que necesita más tiempo para enfrentar cuestiones de costo. Es por eso que vamos a hablar con el Ejecutivo para solicitar una mayor tolerancia con los que quieren cumplir. Una cosa es el que dice: «No lo voy a sacar» y se niega a cumplir la ley sin mayores razones. Otra cosa es el comerciante que muestra su intención pero explica cuáles son los motivos de su retraso”, subrayó Soso.
“Hemos acompañado desde un primer momento esta iniciativa. Esto se da en las ciudades más importantes del mundo. Ayuda a ordenar la estética urbana y a reducir todo lo relacionado con la contaminación visual”, prosiguió.
Según informaron desde la Municipalidad, el nuevo Código de Publicidad prevé una regulación específica para cada una de las zonas de la ciudad con sus características actuales. Las máximas restricciones estarán en el casco histórico por lo que la ciudad fue dividida en siete grandes áreas: la antedicha zona 1 y la zona 2, que abarca desde el límite de la zona 1 con avenida Pellegrini (incluida), avenida 27 de Febrero, bulevar Avellaneda, Bordabehere, avenida del Valle y el río Paraná. Aquí los elementos publicitarios con voladizos sobre la vía pública están permitidos, pero su saliente máxima será de tres metros, siempre que no supere el 50 por ciento del ancho de la acera.
La zona 3, por su parte, comprende a las principales vías de acceso, avenidas y bulevares. En ella existe una restricción similar a la de la zona anterior, con la diferencia que la saliente máxima permitida es de 4 metros. En la zona 4 (reservada para edificios y áreas protegidas por su valor patrimonial histórico, artístico y urbano) y la zona 5 (sectores perimetrales a plazas, parques y paseos; y el sistema de calles y avenidas de la costa) sólo se podrá realizar publicidad en los locales comerciales, industriales o de servicios. La zona 6 abarcará los proyectos específicos de interés urbanístico y la zona 7 comprenderá el resto de la ciudad.
Finalizando, cabe recordar que a excepción de la zona 1, la adecuación a la norma tendrá vigencia en el resto de las zonas a partir de enero de 2011.
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