La presidenta Cristina Fernández inaugurará esta mañana un nuevo período legislativo de sesiones ordinarias ante un Congreso en el que, por primera vez desde su asunción en 2007, el oficialismo no es mayoría aunque continúa como la primera minoría tras es el revés sufrido en los comicios de junio pasado. En el marco, también, de las fuertes controversias por el reparto de las comisiones en el Senado entre el kirchnerismo y la oposición –que busca plantarse como una fuerza única para disputar el poder parlamentario–, fuentes de la Casa Rosada adelantaron que el discurso de la jefa del Estado estará guiado por cuatro ejes: “los «logros» económicos de su gestión, la superación de la crisis internacional, la defensa del Fondo del Bicentenario y la reafirmación de la soberanía argentina sobre las Malvinas”.
Cristina Fernández, que pese al quiebre del diálogo deberá otra vez posar en la foto junto a su vice, el ahora opositor Julio Cobos, encabezará la tercera Asamblea Legislativa de su gestión a partir de las 11, en el recinto de la Cámara de Diputados.
En esta oportunidad, fue el Senado el que se hizo cargo de la organización, y dispuso el comienzo de la jornada para las 10.15, hora de arribo de los legisladores, el cuerpo diplomático, autoridades nacionales e invitados especiales. A las 10.30, Cobos iniciará el acto con el pedido de izamiento de la bandera. Y luego recibirá a Cristina en el Salón Eva Perón de Diputados junto al presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner. Este 128º período de sesiones ordinarias tendrá como dato sobresaliente un Parlamento desfavorable para el oficialismo, que estará sin mayoría propia en Diputados y el Senado por primera vez desde el inicio de la era kirchnerista, en 2003. Y en este escenario, la semana que se inicia será clave para definir precisamente el reparto de poder en el Congreso, lo que a su vez condicionará la relación del Poder Legislativo con el Ejecutivo en los dos años que le restan al mandato de Cristina.
La Cámara de Diputados continuará con la conformación y elección de autoridades de las comisiones permanentes –ya se constituyeron 24 y restan 21–, pero en el Senado se dará la batalla más dura con el reinicio del debate caído que frustró la sesión de la semana pasada.
En efecto, oficialismo y oposición del Senado insistirán el miércoles con el debate por el control de las 25 comisiones de la Cámara y por su integración, luego de que la sesión preparatoria de la semana pasada se cayera por falta de quórum: el Frente para la Victoria dejó el recinto para evitar que el radicalismo, el peronismo disidente y sus aliados impusieran su mayoría “en bloque”.
Hasta ese momento, la oposición aseguraba tener los 37 votos que le daban el manejo absoluto de la Cámara para imponer su criterio, pese a que había presentado un acta con 36 firmas. Pero el riojano Carlos Menem no firmó el documento y, con su faltazo –que prometió no repetir ahora–, dio por tierra con la estrategia.
La intención del radicalismo, del peronismo disidente y de sus aliados es volver a sesionar este miércoles para sostener la iniciativa de quedarse con la presidencia de 13 de las 25 comisiones del cuerpo, y con la mayoría de los miembros en todas.