Política

bonos a un siglo con costo récord de 8%

Argentina ya tiene deuda que dura cien años


El Ministerio de Finanzas informó este lunes en su cuenta de Twitter que la Argentina emitió “bonos de deuda en dólares a 100 años de plazo”. Es el segundo país latinoamericano que se endeuda a un siglo, después de México, aunque a una tasa sensiblemente más alta que su predecesor: la nación azteca lo hizo a 4,2 por ciento anual, mientras que la gestión Cambiemos, que abrió el juego con un alto costo de 8,25 por ciento buscando tentar a los fondos de inversión, apenas consiguió bajarlo al 7,9. Europa también tiene antecedentes de endeudamiento a un siglo: Bélgica emitió en el último año un título similar, pero con una renta de 2,3 por ciento, y otros países como Francia, Bélgica, Irlanda, Suiza e Italia que salieron al mercado financiero con papeles a 50 y 100 años no pagan más del 3 por ciento.

¿Por qué endeudarse al 8% por un plazo tan largo, cuando la expectativa es que en poco tiempo bajen los rendimientos que paga la Argentina?

En la emisión participaron cuatro bancos: uno norteamericano (Citi), dos europeos (HSBC y Santander) y uno japonés (Nomura). Los rechazos no tardaron en llegar: ¿Por qué endeudarse a una tasa de casi el 8 por ciento anual por un plazo tan largo, cuando la expectativa es que bajen los rendimientos que paga la Argentina en poco tiempo?, fue la pregunta de rigor.

El título se convirtió así en el más largo de la historia nacional emitido en dólares, superando al Bono Argentina, que tiene vencimiento en 2046.

 

Un día antes

Los críticos le recordaron al gobierno que este martes, la sintetizadora de fondos MSCI –Morgan Stanley Capital International– definirá si el mercado argentino cambiará su categoría para dejar de ser de frontera y volver a presentarse como emergente, un estatus que perdió en 2009. Este escenario es el que se descuenta, con lo que bajarán las tasas para tomar préstamos, dicen a derecha e izquierda de Cambiemos. Y recuerdan que hoy mismo el país accede a costos menores, del orden del 5 por ciento. La tasa pactada es singular a escala global por su alto rendimiento, y así en la primera hora se presentaron ofertas de fondos de inversión por 3.000 millones de dólares. Al mediodía, sumaban 9.000 millones. El gobierno, finalmente, aceptó por un total de 2.700 millones.

 

Presión de los que prestan

Una de las hipótesis del porqué de la onerosa y extensa emisión –el plazo comprende 25 gestiones presidenciales– es que fue una exigencia de inversores que presionan ante las elevadas necesidades de colocación de deuda que tiene por delante la Argentina: tener en el portafolio un título a 7,9 por ciento en un contexto global de tasas muy bajas los tienta.

Los demandantes privilegiados de esos bonos son fondos de pensión que buscan elevadas rentabilidades por plazos muy largos. Es un negocio generalmente diseñado para administradores del dinero de trabajadores que esperan obtener una jubilación decente en la etapa laboral pasiva. Algo similar a las AFJP argentinas.

Al defender la decisión de colocar un título que vencerá teóricamente en el 2117, la cartera de Finanzas argumentó que la operación
“refleja la confianza del mercado en la normalización de la economía argentina“. Los críticos retrucaron que el interés reside en esas tasas casi “usurarias” que ninguna otra nación ofrece.

 

 

 

 

Reacción desde Rosario

La Concejala del Frente Progresista, Verónica Irizar, rechazó el endeudamiento a un siglo lanzado por el gobierno nacional: “Los que endeudan al país a 100 años son los mismos que no le permiten a la ciudad tomar un crédito a 10 años por 146 millones de dólares”.

“Es el más largo de la historia de la Argentina y a los rosarinos nos están privando de tomar crédito a 10 años”, insistió Irizar. Y cargó contra los referentes locales de Cambiemos que, en el Concejo, bloquearon el pedido de endeudamiento pedido por el Ejecutivo local: “A la ciudad la están privando de hacer obras significativas para que siga avanzando”.

 

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