Con un estadio completo se disputó la final del Sudamericano de Fútbol de Amputados y la selección argentina gritó campeón y nada menos que ante Brasil, el eterno rival en cualquier deporte, con un 4-0 inapelable.
Con los rosarinos Facundo Bernal y Hernán Travagliante desde el arranque, la selección salió a un estadio municipal de Funes repleto de banderas albicelestes, con fuegos artificiales y bombos de fondo y mucha gente alentando.
Alfredo Berti fue el encargado de dar el puntapié inicial del partido junto al intendente de la vecina localidad, Daniel León Barreto.
El cordobés Ortiz, luego de un centro del jugador de Central Travagliante, a los 11 minutos puso de cabeza el 1 a 0. Y tras ese festejo llegó una lluvia de goles. Jonathan Montans convirtió de penal el segundo gol para poner el 2-0 y Diego Pesoa sorprendió de cabeza para poner el 3-0 a minutos del inicio del complemento.
En la segunda etapa, otra vez Ortiz estampó el 4-0 definitivo, que hizo estallar el estadio municipal a los cuatro minutos del segundo tiempo. Y casi llegando a los 10 se fue expulsado Mosquito para Brasil, algo que hizo que el equipo carioca bajara la intensidad de su juego.
“Tenemos toda la fe. Nos sentimos muy bien”, declararon los jugadores de Central, Travagliante y Bernal, en la previa del torneo y claro que sí. Con garra y con pasión cumplieron su sueño: gritaron campeón, frente a Brasil y bien cerquita de casa.
Ahora comienza otro objetivo por cumplir: el Mundial que se jugará en México en el transcurso de este año.
