Ciudad

Ardió una pensión ilegal

Por Agustín Aranda.- Un incendio dejó en cenizas un inquilinato de zona oeste que funcionaba sin habilitación. En 2009 moradores habían protestado contra el propietario: uno de los pedidos era, justo, el de matafuegos.


Un incendio que de milagro no provocó víctimas fatales redujo a cenizas buena parte de una pensión ubicada en la zona oeste y reavivó la polémica sobre las precarias condiciones en que vivían las familias que residían en el establecimiento, que ya había sido clausurado por la Municipalidad y pertenece al mismo propietario de otro emprendimiento similar que está a punto se ser demolido por la Municipalidad.

Según fuentes policiales, en la madrugada de ayer la pensión ubicada en Carranza 860, a pocos metros de Mendoza y Circunvalación, se desató un incendio que demandó la tarea de dos dotaciones de Bomberos, dos cubas –una del municipio y otra de Aguas Santafesinas– y móvil de bomberos voluntarios para apagarlo. Además participaron del operativo personal de la subcomisaría 22º y Control Urbano de la Municipalidad.

El fuego consumió un edificio de tres pisos, dividido en 10 monoambientes y con antecedentes de funcionar sin habilitación y haber recibido denuncias por falta de medidas de seguridad al menos desde 2009. Los pisos de la estructura, de 3 por 6 metros de largo, estaban separados por tirantes y machimbre, materiales altamente combustibles. Sobre los entrepisos se habían separado a su vez 10 monoambientes, utilizados como piezas de pensión, en cada uno de los cuales habitaba una familia entera.

Pese al riesgo evidente, las autoridades no hallaron elementos de seguridad: no había extintores ni salida de emergencia. Y constataron que la instalación eléctrica era precaria. Ahora, peritos de Bomberos tratarán de determinar cómo se produjo el incendio.

No hubo heridos entre las personas que habitaban la pensión, pero resultó lesionado un bombero que al ceder un tirante cayó de una altura a tres metros.

Donde hubo fuego

En julio del 2009 habitantes de la pensión que ardió ayer protestaron  en Mendoza y Circunvalación para llamar la atención del municipio por el hacinamiento que padecían. Los relatos periodísticos de El Ciudadano refieren que el establecimiento, que no contaba con habilitación municipal, tenía entonces 69 habitaciones pequeñas donde vivían sesenta familias. Pagaban entre 290 y 380 pesos cada una por piezas sin ventana y con sólo dos baños para todos. Además, las instalaciones de gas y electricidad no respetaban ninguna norma de seguridad.

La manifestación se produjo tras que los inquilinos presentaran una nota pidiendo mejoras en la infraestructura al propietario del lugar, señalando a Antonio Gambacurta como titular también de otros emprendimientos que funcionan fuera de toda regla, como la pensión de Pitágoras al 7400, a punto de ser demolida.

El pedido más urgente de los inquilinos era la colocación de extintores para hacer frente a un posible incendio. Anteanoche, seguían sin aparecer y el fuego ganó.

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