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Apuntan a detener la corrida turística

Para los turistas es cada vez más duro. Para los traficantes de divisas también.

Largamente anunciado, el recargo del 20 por ciento a la contratación de paquetes turísticos y compra de pasajes aéreos persigue dos claros objetivos: el primero y más evidente es desalentar los viajes al exterior y, por ende, el giro de divisas para tal fin. El segundo es también bastante claro y está relacionado con el importante volumen de recaudación que conseguirá la Afip en los próximos meses por el pago adelantado de Ganancias y Bienes Personales, que sólo parcialmente se devolverá recién en mayo de 2014, cuando los contribuyentes presenten sus declaraciones juradas anuales correspondientes a este año.

El gobierno estaba sometido a una verdadera “corrida turística” desde principios de febrero y lo que va de marzo. Con las compuertas totalmente cerradas para la compra de dólares desde julio, la única vía para comprar divisas baratas era a través del mercado turístico. Pero con la experiencia del cepo todo el mundo buscó adelantarse a la medida que llegó ayer. Y eso generó una fuerte aceleración en la venta de pasajes y paquetes turísticos.

En las últimas semanas las agencias venían trabajando a “cuatro manos”, incluyendo horarios nocturnos y fines de semana, para emitir. Los artículos que desde fines de febrero venían publicándose, advirtiendo sobre la inminencia de un dólar turístico y de medidas para encarecer los viajes al exterior, sólo multiplicaron la tendencia. La consecuencia de esta situación fue un importante drenaje de reservas del Banco Central. De los 2.000 millones de dólares que perdió en estos primeros meses de 2013, se estima que alrededor de un tercio tiene como explicación la contratación de paquetes turísticos.

El año pasado, el “egreso neto” de dólares por turismo llegó a 4.600 millones de dólares, que impactaron directo en las reservas.

El recargo del 20 por ciento para viajar afuera, además del aumento del dólar oficial que se irá produciendo en los próximos meses, desalentará al menos a una parte de los que optaron este verano por viajar al exterior.

De esta forma, habría menos pérdida de reservas. Y al mismo tiempo, como ya se aplica la medida anunciada, cesará la “corrida” de aquellos que querían adelantarse a la intervención definida por la Afip.

El texto original que había redactado el organismo recaudador, tal como trascendió el lunes 13 de marzo, establecía un recargo del 15 por ciento para paquetes y pasajes, equiparándolo al uso de la tarjeta en el exterior. Se decidió finalmente llevar todo al 20 por ciento, ante el aumento de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que en los últimos días se estiró hasta el 58 por ciento. Aún cuando un tipo de cambio implícito de 6,10 pesos para turismo sigue siendo atractivo en relación al “blue”, en la práctica encarece la contratación en pesos a un nivel que sencillamente mucha gente ya no podrá afrontar. Pero si bien desalienta los viajes afuera y más gente podría optar por pasar sus vacaciones en la Argentina, la medida no avanza sobre otro grave problema: la fuerte caída del turismo receptivo, es decir de los extranjeros que vienen a visitar la Argentina.

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