Ciudad

Cambio de época

Apuestan a sumar más estudiantes mujeres a carreras de ingeniería

La decana María Teresa Garibay, la primera mujer en ocupar el cargo en los 100 años de la facultad de la UNR, contó cómo intentarán atraerlas en los próximos ingresos. Dos de cada diez estudiantes son mujeres. "La ingeniería se trata de solucionar problemas. Queremos la mirada de ellas", dice


“La ingeniería soluciona problemas y mejora la calidad de vida. Queremos sumar la mirada de las mujeres a esa tarea”, dice María Teresa Garibay. Ella es la primera decana en los 100 años de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y su deseo tiene atrás una estadística: sólo dos de cada 10 estudiantes de las carreras de ingeniería en Argentina son mujeres. Garibay quiere cambiar la tendencia y seguir los pasos de la facultad de Medicina donde las mujeres se sumaron a la carrera, y no solo para convertirse en enfermeras. En ingeniería armarán y difundirán videos donde contarán qué hace una ingeniera. La idea es derribar mitos populares y mostrar que no es una tarea pensada sólo para hombres. “Existe la idea de que una ingeniera mecánica va a estar debajo de un auto, arreglando motores y llena de grasa. No es así. Puede trabajar en el diseño, con software y simulaciones. Muchos piensan que es un trabajo solitario, pero en realidad las tareas se hacen en equipo. Y no es más difícil que otras carreras, sólo hay que tener facilidad en matemáticas y constancia en el estudio”, explica Garibay a El Ciudadano.

De la cuna

Garibay comparte la profesión con su padre y dos de sus tres hermanos. La eligió porque desde chica veía a su padre y le gustó lo que hacía. No se asustó con los mitos que rodean las carreras. Eligió la ingeniería civil y su especialidad fue mecánica de suelos, la ciencia detrás de saber cómo trabajar el suelo en una construcción. Después empezó a dar clases al respecto. Cuando nacieron sus hijas Garibay dejó de trabajar en las construcciones y repartió su tiempo entre las clases y su familia. “Me preocupan los estudiantes, ver qué problemas tienen y cómo pueden solucionarlos”, explica la decana, que supo ocupar varios cargos, incluida la dirección de la carrera de Ingeniería Civil, hasta que en 2015 la nombraron decana. “Es un orgullo muy grande. No era mi objetivo en la vida. Disfruto trabajar por la facultad para mejorar las cosas”, agrega.

De mitos y leyendas

Cuando era estudiante Garibay fue parte de una estadística que se revirtió con el tiempo. Hace cuarenta años había una mujer cada 10 alumnos en Ingeniería Civil. Hoy la proporción creció: una de cada tres estudiantes es mujer. Para la decana, que haya pocas estudiantes tiene que ver con la falta de conocimiento que existe sobre los alcances de la carrera. Por eso, desde la facultad publicarán videos para difundir qué hace una ingeniera y derribar los mitos que puedan alejar a las mujeres de las aulas de Pellegrini y Ayacucho. “La ingeniería soluciona problemas. Influye en las comunicaciones, en la vivienda y en la salud. El campo de trabajo es amplio y queremos que las mujeres lo tomen como una opción. Es una tarea que tiene que empezar desde el secundario. En Medicina llevó casi cuatro décadas sumar mujeres. Nosotros queremos actuar para que el cambio sea rápido”, señala Garibay.

Otra idea es que las ingresantes puedan charlar y despejar dudas con estudiantes más avanzadas en las carreras. El objetivo es crear un ambiente amigable y recordó que desde el año pasado funciona una comisión de género a cargo de una psicóloga. Ella atiende y busca prevenir situaciones de acoso y violencia. Garibay adelantó que quieren incluir lenguaje inclusivo en las comunicaciones oficiales y en la cartelería de la institución. “Queremos visibilizar a las mujeres y darles un lugar dentro de la facultad”, señala y agrega que sumarán más vestuarios. “Las chicas avanzan. También vemos el cambio en los hombres. La mayoría de los docentes son hombres y el chiste machista en la clase ya no va más. Tratamos de mejorar el trato de los docentes y generar un ambiente amigable para las mujeres”, agrega la decana.

Sin proporción

Sólo dos de cada diez estudiantes en carreras de ingeniería del país son mujeres. Rosario no es la excepción. La mayoría eligen la carrera industrial o agrimensura, donde las mujeres llegan al 50 por ciento dentro del aula. En ingeniería mecánica o eléctrica solo llegan al 10 por ciento. Las cifras fueron compartidas en la última reunión del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (Confedi), del que Garibay fue vicepresidenta y nota la misma tendencia que en los ingresos a las carreras. Solo hay nueve mujeres entre los 110 decanos de las carreras de Ingeniería en todo el país.

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