Ciudad

Apuestan a la integración y recuperan el turno tarde

Por Luciana Sosa. La escuela Teniente General Pablo Riccheri empieza el año lectivo con un logro por partida doble. Seis chicos sordos pasaron a un colegio común para completar su educación.


escuela-richeri-dentro

El ámbito educativo está de festejos y no es para menos: después de once años la escuela N° 64 Teniente General Pablo Riccheri (Moreno 965) reabrió el turno tarde y, paralelamente, ingresaron seis chicos hipoacúsicos, que habían iniciado su cursado en la escuela especial Nº 2013 (Moreno 366) para niños sordos y desde este año podrán contar con el marco natural para una integración general en el ámbito educativo.

“Estamos orgullosos de poder tener otra vez este turno y acercarles así la educación a los chicos de toda la zona. En materia de integración, la tarea termina siendo mucho más fácil con los niños de que lo que se piensa. Lamentablemente, son los adultos los que discriminan”, dijo a El Ciudadano la vicedirectora del colegio, Laura Merchan. Asimismo, Laura Guidi, directora de la 2013, informó: “La escuela especial tiene abierta su inscripción todo el año, y así como estos chicos ya están en una escuela común, esperamos que los otros 80 alumnos que tenemos en la escuela especial pronto puedan tener la misma suerte”.

Si bien este ciclo lectivo comenzó varios días más tarde de lo previsto por el Ministerio de Educación en diciembre, para los alumnos de la escuela Riccheri el 2014 será inolvidable. Es que luego de once años la escuela vuelve a tener el turno tarde. “La escuela está creciendo y eso nos llena de orgullo”, dijo Merchant al recordar que en 2002 hubo que cerrar el turno tarde por la baja matrícula que tenía el establecimiento.

“De todas maneras, en 2006 se creó un equipo directivo que peleó mucho porque este turno volviera a la Riccheri y pudiera integrar a más chicos de la zona, dado que el cupo de la mañana estaba saturado”, comentó la directiva.

Fue así como recién en diciembre pasado, “cuando ya habían terminado las inscripciones, nos confirmaron desde el Ministerio de Educación que tendríamos en 2014 nuestro turno tarde; por eso hay pocos chicos, que son los que se inscribieron recién en febrero. Eso nos da esperanzas de seguir sumando alumnos para los próximos años”, dijo la docente sin ocultar su alegría.
Hoy, la Riccheri, dirigida por la docente Silvia Giacobi, cuenta con unos 350 chicos, de los cuales 36 son del flamante turno tarde con primero, segundo y tercer grado. Por ahora, segundo y tercero del turno tarde tendrán al frente el mismo docente, en el mismo salón, dada la falta de cargos.

“Si crecemos un poquito más en la matrícula nos van a poder dividir el segundo y tercer grado, pero mientras tanto el Ministerio sólo envía un cargo, así que hay que compartirlo”, explicó la vicedirectora aunque aclaró que, “como se trabaja en grupos y en el salón hay dos pizarrones, la tarea se puede desarrollar sin problemas”.

Todos juntos

En clases y en el recreo los chicos con problemas de audición se integran a los compañeritos que no padecen esta dificultad y Merchan enfatizó: “Es una cosa de todos los días, porque tenemos siete chicos integrados a la mañana (además de los seis que ingresaron a primer grado), con distintas problemáticas, pero a diario vemos cómo sus compañeros los ayudan y preguntan a los docentes, por ejemplo, cómo poder comunicarse. En el caso de los niños sordos, los que no lo son se han aprendido varias señas para poder hablar con ellos”.

Guidi, directora de la escuela especial para sordos Nº 2013, explicó que con los chicos que cursan en este establecimiento “se trabaja en estimulación temprana”. “Gracias a los avances médicos hoy hay diagnósticos precoces de hipoacusia; por ende podemos trabajar con un chico con esta característica desde los 3 años y hasta que llega a un nivel de aprendizaje y adaptación que le permite ser enviado a una escuela común, con el apoyo de un acompañante terapéutico o una maestra integrante, que trabaja a la par del docente en el aula”, detalló.

A su vez, Merchan agregó que la escuela Riccheri cuenta con equipos integradores, psicólogos, fonoaudiólogos y un gabinete que trabaja por la integración de los chicos, con maestras integradoras y acompañantes terapéuticos.

Cabe señalar que la ley nacional de Educación (la 26.206) indica que todas las escuelas de Educación deben integrar a chicos con capacidades diferentes en escuelas convencionales.

“Claro que muchos de ellos necesitan cursar, previamente, en una escuela especial, como la Nº 2013, en la cual se les enseñan, de manera individual, los primeros conocimientos curriculares, a comunicarse con otros, a aprender el lenguaje de señas, a conocer y hacer uso de su autonomía y a ser parte de la sociedad que integramos todos”, explicó.

“Ojalá aprendamos que somos todos iguales” 

Entre los chicos integrados hay una nena en silla de ruedas, motivo por el cual la escuela debió encarar modificaciones edilicias para que ella también se sienta integrada.
“Gracias a la ayuda del FAE (Fondo de Asistencia Educativa) el colegio cuenta con una rampa y pudimos adaptar un baño de docentes para que esta alumna pueda ingresar con su silla”.

“Es muy emotivo cómo los chicos buscan la manera de compartir el día a día con sus compañeros, y en los actos ver a la docente integradora transmitiéndoles por señas a estos alumnos mientras escuchamos en Himno Nacional o hablan los directivos”, comentó la vicedirectora de la escuela Riccheri.

“Ojalá algún día los adultos aprendan que somos todos iguales. Tal vez, de grandes, puede ser que estos niños que hoy ya viven la integración como algo más de su escuela, puedan dar el ejemplo”, anheló Laura Merchan.

Comentarios