El Hincha

Fútbol en cuarentena

Aprovecha la pandemia: AFA analiza eliminar los promedios y que no haya descensos por dos años

La idea principal pasa por eliminar los promedios, pero dejar sin efecto los descensos en las próximas dos temporadas y sí permitir dos ascensos desde la Primera Nacional, llevando a la futura Liga Profesional a un total de 30 equipos para 2023


El parate del fútbol producto del aislamiento preventivo y obligatorio impuesto por el Gobierno desnudó aún más la inestabilidad de la economía de los clubes, y con la perspectiva de no hacer rodar la pelota hasta el próximo semestre, en AFA ya se estudian nuevas alternativas para el desarrollo de los torneos en el futuro.

Y Chiqui Tapia empieza a encontrar en esta crisis una oportunidad para implementar algunas ideas que ya había tirado a la mesa, pero aún estaban lejos de concretarse: la eliminación de los promedios y un torneo anual de febrero a diciembre.

El primer objetivo de dar por terminada la Superliga se había concretado antes de la cuarentena. Y con la organización del fútbol otra vez en manos de AFA, Tapia comenzó a charlar esta semana con algunos directivos de clubes cercanos a él para rediseñar el fútbol argentino por los próximos dos o tres años.

La idea principal pasa por eliminar los promedios, pero dejar sin efecto los descensos en las próximas dos temporadas y sí permitir dos ascensos desde la Primera Nacional, llevando a la futura Liga Profesional a un total de 30 equipos para 2023.

Esta idea tiene bastante consenso en la previa, más allá de que aún no se presentó un borrador a los clubes para su estudio. “Para mí se vienen dos años sin descenso”, deslizó Nicolás Russo, uno de los dirigentes más apegados a Tapia.
Tapia entiende que la vuelta al fútbol en este 2020 es complicada. Desde AFA creen que el regreso a los entrenamientos no sería antes de junio o julio. Y con viento a favor, siempre y cuando el Covid-19 lo permita, volver a jugar (sin público) no sería antes de agosto o septiembre.

Y este parate significativo pegará muy fuerte en las tesorerías de los clubes, que este mes pagaron como pudieron a pesar de tener el dinero de la TV. La merma del pago de la cuota societaria, la falta de recaudación por entradas y abonos, la salida o demora en el pago de los esponsors, y una TV que no se sabe hasta cuándo pagará si no se juega, es un combo que desestabiliza a todos, grandes y chicos, y el pago de sueldos a los jugadores empieza a transitar una zona complicada.

Por eso en AFA creen que eliminar por un par de temporadas los descensos sacará la presión de reforzarse a los equipos y daría una chance real de apostar más a juveniles, para ajustar el presupuesto a los ingresos reales. Y jugar de febrero a diciembre como pretende Conmebol (así lo hacen las otras ligas sudamericanas) sería un guiño importante al paraguayo Alejandro Domínguez, tras las diferencias provocadas por las quejas de AFA tras la Copa América de Brasil 2019.

¿Cómo sería el proyecto?

Esta temporada se jugaría lo que resta de la Copa de la Superliga para determinar un campeón y los clasificados a la Libertadores y Sudamericana 2021. Y se eliminarían los tres descensos programados.

Así, con sólo once o doce fines de semana para jugar, AFA tendría menos presión de arrancar con el fútbol antes de agosto o septiembre. Y al eliminar los descensos, los clubes comprometidos podrán liberarse de contratos importantes que hoy parecen impagables. Y además no habrá ninguna desventaja deportiva teniendo en cuenta un parate tan largo que sacó de foco a todos. Y la Primera Nacional seguirá su curso y definirá dos ascensos. Con la posibilidad de jugar Copa Argentina de acuerdo a los tiempos que entregue el calendario.

Así, en 2021 la Liga Profesional, que por ahora manejaría Marcelo Tinelli, arrancaría con 26 equipos, de febrero a diciembre. Pero se suprimirían los promedios y tampoco habría descensos, aunque sí dos ascensos.

Lo mismo sucedería en 2022, para arrancar en 2023 con 30 equipo en primera, y un sistema de descenso por rendimiento anual como sucede en todas las ligas de mundo (habrá que definir cuántos equipos perderán por año la categoría).

De esta manera desaparecería un sistema que se implementó en 1983 y trajo muchísima polémica, aunque siempre encontró dificulta para dejarse de lado porque hacerlo de un año a otro era “perjudicial” para algunos clubes.
Tapia entiende que con dos años sin descensos, los clubes podrán amoldar sus ingresos a la realidad de sus bolsillos sin la presión de los hinchas por la angustia por perder la categoría. Y la idea parece tener aceptación.

La economía de los clubes

El parate del fútbol golpea despiadadamente a los clubes, y muchos aún no pudieron pagar los contratos a los jugadores, o renegociaron bajar los sueldos, o pagar una parte importante en el futuro, como sucedió con Newell’s y también se negocia en Central.

Por eso AFA buscará consenso en las próximas semanas para esta idea de torneo, y así darle a los clubes la potestad de sentarse a negociar la renovación de contratos del 30 de junio con otro panorama, menos exigente desde lo deportivo.

“Tenemos que replantear todo lo que tiene que ver con el fútbol, no solo lo que tiene que ver con Diego Cocca (vence el contrato en junio). El club tiene que marcar nuevas pautas, entre las que seguramente habrá un menor gasto en el presupuesto del fútbol y habrá que ajustarse a un nuevo esquema. Si vamos a apostar por jugar con más juveniles, tendremos que cuidar el factor emocional de esos jugadores. Uno de los desafíos pasará por reducir el presupuesto, pero que eso no repercuta en una baja de la perfomance”, confió hace unos días el presidente canalla Rodolfo Di Pollina en diálogo con El Hincha.

“Hablar de traer jugadores o renovar contratos hoy es apresurado, porque no sabemos cómo seguirá todo. Hay que tener en cuenta que el mercado de pases será nulo y tendrá poco movimiento, y será difícil vender un jugador como muchos clubes teníamos previsto para seguir con el crecimiento institucional o deportivo”, sostuvo Cristian D’Amico, vice leproso.

Lo cierto es que el fútbol no será el mismo después de la pandemia del Covid-19. Y los clubes deberán modificar sus políticas deportivas y económicas. Y AFA encuentra en esa crisis una buena oportunidad para un cambio profundo de los torneos.

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