Policiales

Cuatro Plazas

Apremios ilegales: es el turno de actuar de la Fiscalía

Desde el Ministerio Público de la Acusación dijeron que esperan el informe de Asuntos Internos para ver cómo sigue la denuncia por torturas que realizaron siete jóvenes detenidos sin motivos aparentes el viernes pasado en las Cuatro Plazas.


Los siete jóvenes que entre la noche del jueves y la tarde del viernes denunciaron haber sufrido tormentos físicos y psicológicos durante una aparente detención ilegal por parte de efectivos de la Policía de Acción Táctica y del Comando Radioeléctrico no saben aún si serán imputados por resistencia a la autoridad o si el Ministerio Público de la Acusación decidirá investigar sus denuncias, en las que acusan torturas sufridas durante el traslado a la seccional 14° de Rosario y dentro de esa dependencia durante más de 12 horas.

La defensora oficial Maricel Palais dijo que el fin de semana escucharon los testimonios de los siete jóvenes (seis muchachos y una chica de entre 21 y 24 años) y que durante la jornada de hoy formalizarán la representación legal para avanzar en la causa. La abogada, que puso fin al tormento de los jóvenes al presentarse en la seccional 14a el viernes a la tarde cuando llevaban más de diez horas demorados, recordó que ella misma llamó por teléfono al fiscal de Flagrancia en turno, Fernando Dalmau, para darle cuenta de las graves irregularidades que los efectivos de esa seccional cometían frente a sus narices. “Cuando llegué a la comisaría, alrededor de las 14.30, el acta no estaba hecha aún. Y cuando me la mostraron tampoco, porque no tenía firma del personal que había intervenido”, recordó Palais tras referir que cambiaron tres veces el acta y que varios efectivos le dijeron en la cara que no iban a firmarla y se fueron sin hacerlo.

Sin embargo, hasta este lunes ninguno de los policías acusados de torturas había sido citado a declarar, y tampoco pasado a disponibilidad. La Fiscalía envió un comunicado en el que informa que la Unidad de Violencia Institucional, que fue creada para investigar este tipo de hechos, espera el informe de Asuntos Internos.

Los jóvenes fueron levantados de las Cuatro Plazas, en Provincias Unidas y Mendoza, el viernes a la madrugada por efectivos del Comando y de las PAT. Lo único que coincide entre el acta final labrada por los uniformados y los testimonios aberrantes de los jóvenes, es que ninguno tenía antecedentes penales, y que entre sus pertenencias no tenían drogas ni ningún elemento de peligrosidad. Estaban sentados en una plaza tomando gaseosa, ya que ni siquiera consumían bebidas alcohólicas.

Los chicos detallaron en su denuncia, presentada en el Centro de Atención Territorial del noroeste, que los policías los agarraron sin ningún motivo y los golpearon en medio de insultos y gritos. Describieron patadas, puñetes, balas de goma, culatazos e incluso a uno de los chicos les cortaron las rastras que le llegaban a la cintura al ras de la nuca con un cuchillo. A ese joven lo subieron inconsciente a la camioneta policial en medio de gritos frente a sus amigos de que lo iban a violar. La pesadilla siguió dentro de la seccional 14°, según denunciaron, durante más de 12 horas. Entre los tormentos descriptos dijeron que los llevaron al patio de la comisaría y los golpearon, a uno lo hicieron caminar desnudo dentro de la seccional mientras uno de los policías lo “apoyaba y ultrajaba” sexualmente. También los obligaron a limpiar con lavandina botellas con orina vieja y a cada rato los golpeaban. “No podía respirar de los golpes”, dijo una de las víctimas.

Pese a la gravedad de las denuncias, hasta este lunes no se sabía el curso de la investigación. Es que por el momento, los siete jóvenes enfrentan una causa por resistencia a la autoridad, que tiene en su poder el fiscal Damaul, quien estaba de turno el viernes pasado. Mientras tanto, ante el silencio de la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci, quien hasta ayer no se había comunicado con ninguna de las víctimas; la Defensoría Pública evalúa hacer una presentación ante el Fiscal Regional.

“Más allá de la actividad posterior que pueda llegar a tener la Fiscalía de Violencia Institucional, ese día, en ese horario, había un fiscal de turno en Flagrancia. Y ese fiscal fue anoticiado por mí, que soy defensora pública y lo llamé desde la comisaría, no solo de las coss que habían sucedido sino de las cosas que estaban sucediendo. El personal policial se había retirado en mi cara sin querer firmar el acta de procedimiento, que me habían cambiado como tres veces. Creo que eso amerita que una investigación inmediata, porque anoticié al fiscal de un delito que se estaba cometiendo en ese momento”, dijo Palais quien agregó que a los chicos “no les encontraron nada, ni un vaso de Fernet, porque no estaban haciendo nada y además ninguno tenía antecedentes”. Al respecto aclaró que si querían identificarlos podrían haberlo hecho sin dificultad porque todos tenían su documento de identidad, además de tarjetas de crédito y dinero que les fue robado por los policías.