Los empleados de la Administración Provincial de Impuestos (API) suspendieron hoy la atención al público al declararse en estado de asamblea permanente luego de que no se les acreditara en sus cuentas sueldo el “premio estímulo” anual estipulado en la ley que creó el organismo y que debe ser abonado en el transcurso del mes de febrero.
Una asamblea del personal iniciada a la hora en que la API abrió sus puertas resolvió, tras analizar la situación, mantener el estado deliberativo hasta que el gobierno provincial anuncie la fecha de cancelación de esa obligación.
En el transcurso de la asamblea se indicó que, según el mecanismo previsto, el premio, consistente en un porcentaje de la recaudación impositiva, se acumula mes tras mes en una cuenta especial para su distribución anual a los agentes del organismo.
De tal manera, “no es necesario habilitar una partida especial”, lo que podría registrar algún inconveniente que demorara el pago, según se explicó en la asamblea. “Es dinero nuestro, parte de la retribución por nuestro trabajo y debe estar preservado en la cuenta existente al efecto”, afirmaron los delegados del personal al dar cuenta de la medida adoptada.
“Está en la ley, es un derecho adquirido, y ningún funcionario de gobierno, del nivel que fuere, puede dejar de cumplir esta obligación garantizada por ley”, agregaron.
Mientras todavía se desarrollaba la asamblea se recibió un llamado desde Santa Fe convocando a los integrantes de la comisión interna a una reunión con las autoridades del organismo, por lo que los trabajadores votaron mantenerse en asamblea permanente hasta su regreso para conocer la propuesta que les formulen.
En la práctica esto derivó en un cese de atención que se extendió hasta el fin de la jornada y que el miércoles, cuando se reanude la actividad de la administración pública después del fin de semana largo, volverá a reunirse la asamblea para escuchar lo que los delegados que viajaron tengan para transmitir y resolver al respecto.
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