Los fiscales que intervienen en la causa por la muerte de Emmily Rodrigues, la modelo brasileña que el 30 de marzo último cayó de un sexto piso en un edificio del barrio porteño de Retiro, apelaron la falta de mérito que dejó en libertad al dueño del departamento y pidieron que el empresario Francisco Sáenz Valiente quede procesado y preso por “femicidio y facilitación de estupefacientes”.
En su dictamen -al que tuvo acceso Télam-, los fiscales Santiago Vismara, de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 10, y Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), resaltaron, entre otros puntos, que se trató de un caso de “grave violencia contra la mujer”, que la muerte de Emmily se dio en un “contexto sexualizado”, que hubo por parte del imputado una “facilitación de estupefaciente” y del domicilio donde se consumieron y que la escena fue “alterada”.
De esta manera, los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF), apelaron la resolución que adoptó el martes pasado el juez en lo Criminal y Correccional 31, Martín Del Viso, de liberar a Sáenz Valiente por falta de mérito, luego de que el empresario minero y del agro pasara 20 días detenido en la Alcaidía 4 Bis Anexo de la Policía de la Ciudad, en el barrio de Barracas.
El abogado Ignacio Trimarco, que representa como querellantes a los padres de la víctima, informó a Télam que también presentó su recurso de apelación para que Sáenz Valiente vuelva a ser detenido por el caso.
“Emmily Rodrigues apareció muerta en el patio del edificio, completamente desnuda, en un escenario previo de contenido sexual, de violencia física y de pedidos de auxilio desesperados que precedieron a su muerte”, sostienen Vismara y Labozzetta en la presentación que ahora será revisada por la Cámara de Crimen.
“La resolución impugnada se dirige a cuestionar una resolución que valoró erróneamente la prueba existente en un caso de grave violencia contra la mujer”, señalan los fiscales, quienes agregan que “los elementos probatorios recolectados resultan suficientes, con el grado de probabilidad exigido en esta etapa del proceso, para dictar el procesamiento de Francisco Sáenz Valiente”.
Vismara y Labozzetta pidieron así que Sáenz Valiente sea procesado con prisión preventiva por dos delitos: “femicidio”, que prevé una pena de prisión perpetua, y “facilitación de estupefacientes y de un lugar para usarlos” que, según la Ley de Drogas 23.737, se castiga con prisión de 3 a 12 años si es a título gratuito.
“La víctima, en un estado de aparente desesperación eufórica, terror y llantos, presumiblemente causado por los estupefacientes y el alcohol que le facilitó Sáenz Valiente, y en momentos en que se encontraba al lado del mencionado, terminó cayendo al vacío por una ventana de la finca que da a un pulmón del edificio, sin haber existido anteriormente indicios de que ella se hubiera querido arrojar desde aquel lugar o que se hubiera querido quitar la vida de alguna manera”, dicen los fiscales.
Y al fundamentar la figura del femicidio agregan que todo ello “coloca a Sáenz Valiente como el agente que habría provocado su caída”.
Sobre el segundo delito que le atribuyen, sostienen que “el imputado facilitó los estupefacientes –mencionan cocaína, “tuci” y marihuana-, que se consumieron la noche de los hechos y también facilitó el lugar –su domicilio particular– para que se llevara a cabo el encuentro”.
Uno de los elementos que se preguntan los fiscales es “¿por qué Emmily se encontraba completamente desnuda cuando se halló su cuerpo en el patio del edificio?”, a lo que contestan que la muerte de la joven “se produjo en un contexto sexualizado -negado por el imputado– que involucró violencia física”.
“Emmily apareció en el patio del edificio sin su ropa; el pantalón que el imputado refiere haberle quitado como último intento para evitar su caída no estaba al lado de la ventana sino en un mueble cercano al ingreso del domicilio; el top se encontraba en la habitación de Sáenz Valiente junto con la ropa que el imputado llevaba esa noche”, señala la fiscalía.
Agregan que “se encontraron en la escena preservativos usados y un sillón de masajes, secuestrándose en un segundo allanamiento varios juguetes sexuales y, en el último, más preservativos también usados”.
Por ello, concluyen que “la prueba más bien indica que la reunión sí involucró actividades sexuales (no sabemos si consentidas o no consentidas por todas las personas involucradas) y que, por alguna razón que siembra más dudas que certezas, el imputado niega que eso haya sucedido”.
Otro punto destacado por los fiscales que para ellos hubo “alteración de la escena del crimen”, y lo sostienen en que “sospechosamente no se encontraron los estupefacientes a los que todas las demás participantes del evento (y el propio imputado) hicieron alusión”, a que se hallaron preservativos escondidos y otros desechados en tachos de basura, al sitio donde se encontraron las ropas de Emmily y a que Sáenz Valiente suspendió momentáneamente su cuenta de Instagram y borró fotos de su celular.
La noche del miércoles 29 de marzo último, Emmily (26) fue a cenar al restaurante Gardiner de la Costanera Norte con su amiga Juliana Magalhaes Mourao y de allí fue al bar Isabel de Palermo donde se encontró con otra amiga, Dafne Gutiérrez Santana.
A las 3.21 de la madrugada del jueves 30, las tres fueron en la camioneta de Emmily (una Jeep Compass propiedad de su novio) al departamento de Sáenz Valiente (52), en el sexto piso del edificio de la calle Libertad 1542, en Retiro, donde ya se encontraba una cuarta mujer, Lía Figueroa Alves, amiga del imputado.
De acuerdo con los investigadores, tras una madrugada de excesos con ingesta de alcohol, marihuana, cocaína y “tuci” -potente droga de diseño que combina los efectos alucinógenos del LSD con los eufóricos del MDMA-, Rodrigues sufrió un aparente brote psicótico y a las 9.18 terminó cayendo por una ventana desnuda al patio interno del pulmón de manzana del edificio, cuando en el departamento solo estaban Sáenz Valiente y Magalhaes Murao, en una muerte que la Justicia intenta dilucidar si se trató de un femicidio o de un suicidio en el marco de algún tipo de ingesta de estupefacientes.
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