El clásico les quedó grande. No a todos, pero sí a muchos. Leo Madelón deberá remar duro con un equipo que luce muy cansado, además de tener un plantel corto y jugadores poco confiables como Valentini. Lo pensó bien, acorraló a Newell’s en su campo pero un doble error de Valentini lo fulminó. ¿Debió cambiarlo en el entretiempo? Es posible, pero el pibe no pudo aguantar cinco minutos del complemento estando amonestado, esa torpeza supera la decisión de cualquier entrenador.
Sensini nunca se sabe qué quiere. Cuesta creer que todavía confíe en un jugador del ascenso como Núñez y relegue a Boghossian al banco. En lugar de sacar a Achucarro, impensadamente jugando como único punta, lo cambió a Formica, de flojo partido, pero siempre es una amenaza para los rivales. Y para completar una jornada sin fisuras (no acertó nada) mandó a Quiroga para armar línea de cuatro cuando los jugadores de Central no podían levantar las piernas. Un horror.
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