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Letras que dicen

Ángela Pradelli: “El país le da poca importancia a la memoria”

La escritora, reciente ganadora de la mejor novela en español en un concurso chino, habló de su trabajo recuperando testimonios de víctimas de la dictadura


Gastón Felman – Especial para El Ciudadano

Ángela Pradelli es una escritora necesaria, que viaja en busca del lenguaje, recala en pequeños pueblos o en grandes ciudades, estuvo el último fin de semana de agosto en la biblioteca Alberdi y en el Complejo Educativo del mismo barrio. Allí presentó sus últimos libros, dictó un taller de escritura y se abrió al diálogo. Los ámbitos de educación, de lectura y escritura son los espacios que suele frecuentar Pradelli. Son su vida, trabajo y pasión.

Es muy grato escuchar a quien ofrece en sus textos un decir simple y preciso de profunda hondura. En una cálida biblioteca de barrio se leyeron fragmentos de “El sol detrás del limonero”, “La respiración violenta del mundo”, y “La poética de la seda”. Acontecieron intervenciones artísticas, extensas preguntas, evocaciones de historias de inmigrantes que viajaron a otra lengua dejando afectos, costumbres y objetos. Más que presentar esos textos, fue un encuentro. Lectores en busca de una autora que teje sus textos con frases escuchadas a transeúntes, ocasionales compañeros de viaje, susurros o canciones transmitidas por afectos, también de cartas de su abuelo –como en “El sol detrás del limonero”– hay una marca que atraviesa sus textos y es precisamente la cuestión de la memoria.

El significado

“La memoria es un tema que me fascina. En el caso de «En mi nombre» tomo el testimonio de cinco hijos de desaparecidos que fueron secuestrados o nacieron en cautiverio en la dictadura. Es un eje vertebral de los relatos”, explica la autora y continúa: “En otros textos se revisa el concepto de memoria, que no es una página multicolor que tengo que recordar sin defecto. Por el contrario, es algo poroso que se va deformando, conformando, embelleciendo. También se va perdiendo, o sea, no aparece ligado siempre a la dictadura, pero es algo importante para la vida y la de mis libros. En «El sol detrás del limonero» no tenía la memoria de las cartas, pero sí la figura de mi abuelo escribiendo esas cartas y la lectura de ellas me lo trajo más nítidamente al presente”.

«El sol …» es un entrañable libro, donde la escritora vuelve a su origen a través de retazos de cartas y desanda el camino que hizo su abuelo desde Peli, un pequeño pueblo en el norte de Italia.

“Vivimos en un país que le da poca importancia a la memoria, que olvida muchas cosas muy rápido, y tiene como un reclamo muy sórdido por los que intentamos recordar y nos dicen que hay que olvidar, mirar al futuro, no volver al pasado. Y lo blanquean con la prepotencia de instalarte en un oscuro lugar”, opina Pradelli. “Hemos conseguido mucho por aquellos que insistieron con la memoria, el recuerdo, la investigación del pasado para llegar a una verdad. Hay una parte de nuestro pueblo a la que le molestan los gestos de memoria y resulta extraño que mucha gente que viaja al exterior y habla muy bien de los sitios de memoria, de los museos, pero cuando vuelven lo ven mal aquí. Eso no lo pude entender nunca”, agrega la autora.

“Atravesamos un presente que responde a una ideología negacionista. Estamos en una gestión política que ha hecho una pésima administración de lo cultural y que, por ejemplo, ha desarmado el plan nacional de lectura y los programas provinciales articulados. El mensaje es negar la cultura, que en la escuela no se lea. Es un horror. Las escuelas dejaron de recibir libros. Un gobierno se mide por sus políticas públicas”, explica Pradelli.

La autora fue coordinadora del Plan Provincial de Lectura, que estaba articulado con el gobierno nacional, de 2009 a 2010. Ella explica que fue una experiencia maravillosa en la cual, por ejemplo, se generaron encuentros con escritores en las escuelas secundarias. “Hay muchísimos docentes con gran entusiasmo de hacer cosas”, sostiene Pradelli y relata la gratitud recibida en los encuentros de escritores con estudiantes de las secundarias de Buenos Aires. Nunca imaginaron que reconocidos escritores visitarían sus escuelas. Y ocurrió: llegaban a pueblos muy pequeños sin hoteles y se hospedaban en casas de los profesores.

Después de su paso por Rosario, “La respiración violenta del mundo” ganó el premio a la mejor novela publicada en español en el 2018. Fue otorgado por la editorial People´s Literature Press de Beijing. El libro narra la historia de una niña que resiste el robo de su identidad y su memoria. Es una novela que no está basada en un caso real, pero que plantea productivas tensiones a los límites de la ficción. Su amiga, la escritora Esther Cross, dice que los libros descienden de otros libros. “A veces esa relación es sutil y los escritores no siempre la perciben”, sostenía Cross. En “La respiración violenta del mundo” Pradelli lo tuvo claro desde los primeros párrafos. La novela viene de su libro anterior “En mi nombre”.

Necesarios y urgentes

“Uno de los temas más difíciles para el país es que vivimos con 400 personas a las que le han robado su identidad y 400 familias que los buscan es que hay mucha gente que desoye todo eso. Y que solo cae en la cuenta cuando se recupera un nieto. Luego sus vidas transcurren al margen. Pienso en cuánto dolor sufrieron en la dictadura y hoy en la democracia que ignora lo acontecido”, explica Pradelli. “Es un tema que me tomó. Se lo propuse a mi editora de Paidós y me dijo que sí. El problema es que no había colección y entonces sacaron el libro fuera de colección. Lo primero fue ir a Abuelas de Plaza Mayo y contarles el proyecto de escritura. Ellas son lo más. Seremos recordados siempre por ellas. Me dijeron que sí y empecé a trabajar pidiendo testimonios y armando las historias después”, recuerda la autora. Ese fue el comienzo de la escritura de “En mi nombre”.

Otro tema urgente que aborda la literatura de Pradelli es “¿Por qué llora esta mujer?”, un proyecto colectivo y una plataforma cultural que se propone pensar y dejar testimonio sobre la violencia contra las mujeres y los femicidios en Argentina. Surgió de la necesidad de contar con un espacio para reflexionar sobre el tema y a partir de una propuesta concreta de editar un libro colectivo que recopile los testimonios de las mujeres. Hoy el texto está terminado en busca de editorial. Allí las víctimas dan sus testimonios y un grupo de cuatro escritores editan esas historias. “No es fácil salir de esas historias. Es tremendo escucharlas, acompañarlas y luego escribirlas. Cuando las protagonistas las leen, lo que vuelve es un alivio. Es que lograr un lugar para cada historia en la escritura. Alguien reparó en ese dolor, se detuvo allí y lo pudo escribir”, concluye Pradelli.

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