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Analizan cómo perfeccionar el diagnóstico de osteoporosis

Tres investigadores del Conicet Rosario buscan no sólo estudiar los huesos sino analizar la composición muscular.


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Un grupo de investigadores del Conicet conformado por los doctores José Luis Ferretti, Gustavo Cointry y Ricardo Capozza, que trabaja en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, estudia formas de perfeccionar el diagnóstico de osteoporosis. Esta enfermedad, que principalmente se presenta en mujeres posmenopáusicas, supone una disminución del tejido que forma los huesos incrementando su fragilidad.

“Actualmente, en los estudios para detectar osteoporosis, se analizan sólo los huesos, sin tener en cuenta su relación con los músculos”, afirma Ferretti, director del grupo, al referirse al uso de la densitometría, una prueba que determina la cantidad de mineral óseo por unidad de superficie esquelética proyectada por rayos X.

Según publicó el sitio web del Conicet Rosario (www.rosario-conicet.gov.ar), el músculo transforma la energía química en fuerza de contracción que, direccionada por el tendón, tracciona al hueso y lo deforma. En el interior del hueso existen unas células llamadas osteocitos que detectan esta deformación y orientan, en base a esa información, la distribución del hueso, definiendo su geometría. “Hemos observado que cuanto más fuerza muscular se realiza mejor hueso se desarrolla. El músculo determina al hueso, por eso es importante estudiarlos en conjunto”, sostiene Cointry.

El grupo para estudiar esta relación entre la fuerza de los músculos y la estructura de los huesos no sólo emplea densitometría, sino también tomografía.

Según describe el  investigador, “mediante la densitometría común, lo que podemos saber es si está o no reducida la masa ósea mineralizada, con lo que se puede diagnosticar osteopenia, pero no determinar si esa «falta de hueso» está en relación con una carencia de músculo”.

“Lo que hicimos nosotros fue ir un poco más allá de la densitometría tradicional, correlacionando los datos de contenido mineral y masa muscular del cuerpo entero o de los miembros, y con esos datos diseñamos un software para evaluar la masa ósea en función de la masa muscular”, cuenta Capozza.

Para confeccionar el software los investigadores analizaron una base de datos de más de tres mil casos, en colaboración con el investigador que la desarrolló, el doctor Carlos Cure-Cure, de la Universidad de Barranquilla (Colombia). Como resultado, obtuvieron curvas de referencia que muestran la relación óptima entre hueso y músculo, para hombres, para mujeres premenopáusicas, y para posmenopáusicas. Esta distinción se debe a que el sexo y la situación reproductiva de los pacientes tienen influencia sobre la relación hueso-músculo.

El programa, a partir de la información de la densitometría, evalúa si la estructura ósea del paciente concuerda con su masa muscular. “El software muestra la curva de referencia y ubica los datos del paciente como un punto dentro o fuera de la zona de la curva considerada “normal”. Si está dentro de la zona, sus huesos están de acuerdo con sus músculos; y si está por debajo, la relación no es adecuada”, afirma Ferretti. “Con esta aplicación, el médico puede tener un informe mucho más completo para diagnosticar”, asevera Capozza. 

“En muchos casos se medica a alguien que no lo necesita, y que podría mejorar con un tratamiento fisioterápico. Fortaleciendo el músculo se beneficiaría el hueso”, plantea Cointry. “Nuestra idea es mejorar el diagnóstico para hacer un tratamiento adecuado y medir sus efectos”, concluye Ferretti.

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