El gremio Amsafé Rosario, junto a docentes y estudiantes, exigieron la separación del cargo de un profesor de la escuela pública I.S.P. N° 24, de Villa Gobernador Gálvez, por “misógino, discriminador y antidemocrático”. Se trata de un sacerdote al que acusan de impartir una educación autoritaria y volcar afirmaciones homofóbicas y misóginas. El sindicato de los maestros reprodujo una carta del religioso en la que –asegura– queda plasmada la ideología del hombre y su militancia contra políticas públicas como la de Educación Sexual Integral.
Amsafé reprodujo parte del texto en el que funda la exigencia de retirar al docente del frente de un aula: “Un padre jamás puede hacer de madre (…) El temperamento heredado (…) la sensibilidad, la misericordia y la preocupación que son propias de la mujer (…) y (su) estado anímico, o la fuerza, la justicia y la veloz acción sin amaneramientos propios del varón (…) Existe un deber en el Estado (…) que mal haría si fomentara, por ejemplo la denominada “disforía de género” (que en realidad es la impotente y estéril homosexualidad, dejando aclarado que en sí la tendencia homosexual es un tema de emocionalidad y afectividad desviada de su objeto propio). Está siendo este tipo de anti-educación, impartida en muchos tipos de establecimientos públicos de gestión estatal y de gestión privada de la Argentina, lo cual consiste ni más ni menos en corrupción de menores (…) y pornografía lo cual es contenido de todos los cuadernillos de “educación sexual” distribuidos gubernalmente, así como la promoción de la prostitución (…) Todos estos delitos resultan cometidos por quienes brindan educación sexual o ESI” (páginas 5 y 6 de 8)
Para el docente la ESi “resulta un contrasentido ya que el sexo es un dato biológico no debatible, basado inicialmente en la identidad otorgada por los cromosomas (XX o XY, no existiendo alternativa alguna a ello. (…) Es decir, el dato biológico no resulta “educable” (..) La identidad de los cromosomas no se elige. Y por ende no resulta educable, siendo ellos la base sexual que no puede ser “educada” (…)”
Estas son sólo algunas de las afirmaciones en una nota dirigida a las autoridades de la institución. Desde el gremio Insisten en la preocupación porque el profesor anteponga su fe religiosa a la educación “democrática y laica” en la formación docente, incumpliendo las normativas del diseño, en detrimento de la formación general y específica de un instituto de formación docente.
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