“Hemos decidido desde el Sindicato acelerar el proceso de la elaboración del proyecto de Ley y que este año se discuta de una buena vez por todas la despenalización del trabajo sexual en el Congreso”. El anuncio lo hizo este miércoles Georgina Orellano, secretaria general de Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina) en el marco de una conferencia de prensa en la sede nacional del gremio de trabajadoras sexuales, en ciudad de Buenos Aires. La decisión surgió después de diez días en los que los medios de comunicación reprodujeron un debate poco serio acerca de dos posturas opuestas dentro del feminismo respecto de la prostitución –si la salida es la regulación para que las trabajadoras puedan acceder a derechos laborales, o la abolición del trabajo sexual por reproducir un modelo patriarcal– que derivó en brutales ataques en redes sociales a Orellano y a la cantante Jimena Barón.
La conferencia de prensa fue este miércoles a las 11 en la sede nacional de Ammar. Dos días antes, es ese mismo lugar, se había realizado una asamblea de trabajadoras sexuales para decidir qué acciones tomar frente a los discursos de odio que se desparramaron en la televisión y en las redes sociales en contra de las prostitutas que reclaman ser reconocidas como trabajadoras.
“Desde Ammar vamos a iniciar un camino de llevar todo este tipo del reclamos al Inadi. Es el Estado el interlocutor con el cual nosotras queremos hablar, con el cual nosotras queremos debatir y al cual vamos a seguir exigiendo políticas públicas para las trabajadoras sexuales y alternativas laborales para aquellas personas que quieran otra opción al trabajo sexual”, dijo Orellano antes de anunciar la elaboración y posterior presentación en el Congreso del proyecto de Ley.
“Vamos a exigirle al gobierno nacional la despenalización del trabajo sexual y vamos a discutir con el Estado que se haga responsable y deje de mirar para otro lado. Exigimos también la derogación de los códigos contravencionales vigentes en 17 provincias que instigan a nuestras compañeras, y la reforma de Ley de Trata (N° 26.364) que criminaliza a un montón de compañeras por el sólo hecho de organizarse”, dijo la dirigente sindical, que no olvidó la falta de responsabilidad de la prensa mainstream en esta última semana en la mediatización del debate feminista entre putas –que se reivindican como trabajadoras sexuales y desde ese lugar reclaman derechos como el acceso a una obra social o a una jubilación– y abolicionismo –que considera a la prostitución como la base del patriarcado y se oponen a los reclamos de quienes se autoperciben trabajadoras–.
“No vamos a retroceder los 25 años de organización sindical que nos amparan. La central de trabajadoras y trabajadores a la que pertenecemos también dan cuenta de que Ammar es parte de un movimiento obrero”, dijo la secretaria general, reivindicando la unión entre el sindicato de trabajadoras sexuales desde sus orígenes con la CTA. Y, desde ese lugar, reclaman que se respete su condición de trabajadoras. “El estigma que han generado a la herramienta sindical, criminalizando la única herramienta que nosotras como trabajadoras y trabajadores supimos construir, nos preocupa, porque creemos y estamos convencidas de que la única herramienta y la salida es colectiva, sindical y política”.
El debate se abrió después de que la cantante Jimena Barón publicitara un nuevo tema “Puta” replicando un aviso callejero de ofrecimiento de trabajo sexual. Luego, la artista se mostró en redes junto a Orellano, y todo estalló. En programa como Los Ángeles de la Mañana, conducido por el mediático Ángel de Brito, acusaron a la dirigente gremial de tener causas abiertas por proxenetismo, por lo que Orellano, después de ser atacada de manera violenta en redes, decidió exhibir un certificado de antecedentes penales que desmienten esos dichos .
“Queremos exigir que se tenga una responsabilidad política periodística a la hora del abordaje que han hecho, porque de esto en una o dos semanas no se va a hablar más en los medios de comunicación, pero nuestra vida no ha cambiado, no han mejorado las condiciones laborales y no le han salvado la vida nadie. Nosotras vamos a seguir trabajando en la clandestinidad sin reconocimiento de ningún derecho, sin tener obra social, expuestas a violencia policial, expuestas a violencia simbólica”, remarcó Orellano, que cerró la conferencia solidarizando a Ammar con Jimena Barón. “Que nunca más se hostigue a nadie que quiera levantar la bandera de los derechos a decidir sobre nuestro propios cuerpos”, concluyó la dirigente.
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