Además, afirma que ha habido una tendencia por parte de varios países latinoamericanos en adoptar políticas económicas netamente progresistas, que se reflejan en políticas de inclusión social y mayor participación de las sociedades. Según Borón, el avance es innegable, aunque, de todas maneras hay que tener en cuenta que existen efectos de rebote y que se pueden iniciar procesos de reversión hacia el conservadurismo.
Ecuador: “hubo un intento de golpe de estado”
El intento de golpe se produjo en condiciones muy peculiares que responden a una realidad ecuatoriana del momento; hubo un presidente que fue detenido, que fue vapuleado y agredido físicamente y fue secuestrado por casi 12 horas, luego rescatado por un comando del ejército y, cuando se produce el rescate, es despedido con una falta de fusilería donde 5 balas de grueso calibre hicieron impacto en el auto que lo llevaba.
No solamente hubo una tentativa de golpe de estado que fracasó, sino que hubo una tentativa de magnicidio. Lo que pasa es que cierta prensa jugaba con las interpretaciones oficiales que brotan de Washington y que trataron de minimizar el evento, pero eso es imposible de minimizar, es un incidente gravísimo y se inscribe en la línea de varias tentativas de golpes de estado, que se vienen produciendo en América Latina, muy fuertemente influida por la postura de los EEUU en la región. Este golpe de estado es uno más de una cadena que se desató en Venezuela, que siguió en Haití, siguió en el 2008 con Bolivia, prosiguió en el 2009 con la destitución de Zelaya, en Honduras, y que ahora se desata en Ecuador; y cada cual, episodios marcados por características diferentes pero todos coincidentes en el mismo objetivo: acabar con gobiernos, en el caso de los países Sudamericanos y Centroamericanos, alineados al ALBA, una coincidencia muy sospechosa.
Elecciones en Brasil: “La popularidad no se hereda”
La lectura que hago, tiene varias direcciones. En primer lugar, que el prestigio y la popularidad de un presidente, en este caso Lula, no necesariamente se transmite a sus sucesores o a los candidatos oficialistas. Esto no es novedad, lo hemos visto muy claramente en el caso de la candidata Michelle Bachelet, lo sabemos, también, porque conocemos lo que pasó en Uruguay con Tabaré Vázquez, que son casos que demuestran que la popularidad del candidato del presidente no se hereda a sus sucesores.
“Una inminente tendencia progresista del electorado”
En segundo lugar, yo diría que las elecciones de Brasil demuestran algo muy importante, que tiene que ver con que la porción del electorado brasileño que se inclina por opciones que, por lo menos discursivamente, son de centro izquierda y que, en este momento, abarca prácticamente, casi al 70% de la población de ese país. Porque, si sumamos la votación de Marina Silva (Partido Verde) con casi el 20 %, junto a la votación de Dilma Rousseff, con más de 46 %, estamos en un total de 66 %; lo que conforma que casi las dos terceras partes del electorado brasileño, se manifiestan a favor de una política, digámosle, progresista.
Los principales ganadores y perdedores de estas elecciones
En tercer lugar, hay que remarcar que hubo dos grandes perdedores en estas elecciones; en primer lugar el ex presidente Fernando Collor de Melo, que no pudo ser electo como gobernador en su estado natal de Alagoas, y la otra gran perdedora fue la candidata del PSOL, Heloisa Helena, que no llegó a ser elegida como senadora. En cambio, me parece que hay dos candidatos que hicieron una muy buena elección, en primer lugar la mencionada Marina Silva, quien fue la ministra del presidente Lula durante cinco años, en materia de Medio Ambiente y de la cual renunció por divergencias con la política oficial; y, en segunda lugar, el caso de Tarso Genro (PT) quien recuperó, para el partido oficialista, la gobernación del estado de Río Grande do Sul, estado emblemático, donde se inicia esta larga marcha del PT hacia la conquista del poder del estado.
Como ultima conclusión, todo indica que el grueso de los electores de Marina Silva, probablemente se inclinarán por la candidata Dilma Rousseff. No creo que vaya haber un desplazamiento muy significativo de parte del electorado de Silva, hacia la candidatura de José Serra (PSDB).
Los desafíos pendientes
Puede ser que, a corto plazo, haya una tendencia a cierta ingobernabilidad producto de que el PT no va a tener una mayoría parlamentaria como esperaba tener, ni tampoco Rousseff es una política que tenga la cintura y el manejo fino que tiene Lula. En este sentido, creo que puede haber problemas muy serios en la que el gobierno electo va a tener que enfrentarse con una situación muy distinta a la que tuvo Lula. Y por otra parte, creo que Brasil, efectivamente, es un país con una enorme gravitación; cuando uno mira las cifras del rezago en materia de inversión en educación, todo esto se convierte en algo sumamente hipotético. Brasil todavía tiene, en relación a otros países, una pequeña porción de inversión en materia educativa. Y hoy en día, si un país no está a la cabeza en materia educativa, difícilmente, podrá desempeñar un rol crucial en la economía mundial, como muchos esperan para en relación a Brasil.
Venezuela: Luego de las elecciones legislativas, los desafíos son mayores
Creo realmente, que el pueblo venezolano sigue creyendo en el proyecto chavista, pero que, por razones muy atendibles, están sumamente preocupados por ciertos factores que han contribuido a desestabilizar ese proceso bolivariano. Hay un elemento de critica muy fuerte por parte de ciertos sectores de la sociedad que tiene que ver con la improvisación en ciertas esferas del gobierno, en ciertas dificultades para dar respuesta adecuada en momentos oportunos, a demandas muy fuertes de la población como es, por ejemplo, la cuestión energética; es decir, hay una serie de factores que demuestran que el chavismo no va estar ahí por siempre, salvo que mejore dramáticamente la calidad de su gestión. En este momento hay muchos problemas que no han sido resueltos y esto ha generado una cierta fatiga; la posición, por su parte, tampoco tiene un proyecto alternativa pero de todos modos intenta capitalizar el descontento contra Chávez. Me parece que las autoridades venezolanas tienen que tomar nota de este fenómeno porque es un mensaje muy claro.
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