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Asunción histórica

América cambia: los desafíos del primer gobierno de izquierda en Colombia

Gustavo Petro asume este domingo como presidente de un país tradicionalmente gobernado por la derecha y aliado de los Estados Unidos. Las demandas se acumulan: con casi 50 millones de habitantes, más de 15 millones están en situación de pobreza


Foto: AFP

Ariadna Dacil Lanza / Télam

 

Gustavo Petro asume este domingo la presidencia de Colombia con la primera propuesta de izquierda en un país tradicionalmente conservador, con los desafíos de consolidar una coalición amplia para llevar adelante su agenda de reformas, avanzar en la pacificación del país, aprobar una reforma impositiva redistributiva y delimitar su agenda “verde”, entre otros objetivos.

 

Gobierno de coalición

El Pacto Histórico es la alianza que articuló Gustavo Petro de cara al primer turno electoral, pero para sortear el balotaje del 19 de junio y garantizar la gobernabilidad ante una eventual victoria buscó con pericia ampliar ese armado y propuso un Gran Acuerdo Nacional con partidos de centro. Para analistas, la búsqueda de un equilibrio entre la base y los nuevos aliados es clara.

“Los nombramientos de liderazgos tecnocráticos competentes pero progresistas –como el de José Antonio Campo en Hacienda o Alejandro Gaviria en Educación– van a permitir tranquilizar al establishment de que hay competencia y gente que sabe”, dijo la politóloga y abogada María Paula Saffon, que a su vez marcó que Petro le habla “a su coalición y a sus bases” al designar a “líderes indígenas en puestos importantes” y a un líder de derechos humanos como alto comisionado para la Paz, en referencia a Danilo Rueda. Y agregó un punto novedoso: los “liderazgos regionales y jóvenes”.

Expectativas de cambio

Los partidos del Pacto Histórico y los más de 11 millones de colombianos que votaron por esa propuesta se unificaron en un pedido de cambio. “Es una coalición muy amplia, con grupos de izquierda que llevan años en el país, pero también con fuerzas nuevas, regionales”, dijo Saffon, y destacó el rol de la futura vicepresidenta Francia Márquez, porque “movió organizaciones desde las regiones” y logró que “gente escéptica se anime a participar”.

La analista estimó que para cumplir con esos sectores “el desafío es lograr reformas redistributivas –muchas planteadas en el proceso de paz– en un país tradicionalmente de derecha”. Y por la “manera en que armó la coalición y por quienes lo votaron, va a tener accountability desde abajo como no la hubo con otros líderes de América latina”, continuó. “Esto es, hay una red plural con liderazgos de base que lo llevaron hasta ahí que le van a exigir que cumpla y que lo controlan”, completó.

 

Pacificación nacional

El cumplimiento de los Acuerdos de Paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y su posible ampliación a las disidencias del grupo y a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) son parte de los desafíos camino a “una paz completa”. Especialistas señalan además el reto de incluir a bandas criminales y paramilitares. “Lograr paz es un desafío en un país donde la paz genera polarización y la guerra equilibrios”, afirmó Saffon.

Cambiar el status quo genera resistencias “violentas”, ya que “la paz tiene muchos enemigos en Colombia”. Saffon consideró que “va a haber muchos jugadores de veto”, ya que “las élites económicas y políticas son opositoras de ese tipo de reformas”, sobre todo de su contenido redistributivo. Los puntos críticos fueron y aún son la política de redistribución de tierras así como la participación política de la guerrilla. Por eso, para Saffon, el desafío no es solo adoptar reformas, sino también implementarlas.

Indicadores en rojo

“El nivel de endeudamiento y de déficit fiscal (…) es crítico”, dijo esta semana Diego Rojas, quien lideró la comisión de empalme entre el gobierno saliente de Iván Duque y el entrante de Petro.

El mandatario entrante “recibirá una economía recuperada de la pandemia pero no sin heridas”, diagnosticó el economista colombiano Jorge Restrepo.

“Hay una profunda desestabilización en tres dimensiones: la inflacionaria –casi de dos dígitos, que no se veía desde 1997–, y los déficits gemelos, uno corriente que supera el 5% del PBI y uno fiscal que es más del 7%”, apuntó. Además existe “una situación de pobreza muy grave”, ya que en un país con casi 50 millones de habitantes más de 15 millones están en situación de pobreza, evaluó el docente de la Pontificia Universidad Javeriana.

La inflación está generando “problemas de poder adquisitivo fuerte” y aunque la economía se está expandiendo, no lo hace al ritmo que logre compensa la inflación y el mercado laboral no se ha logrado reponer de la crisis económica, comentó el politólogo colombiano Sebastián Londoño.

Impuestos en la mira

Frente al diagnóstico, la propuesta de Petro ha sido impulsar una reforma tributaria. “La reforma tributaria que cursará el Congreso con carácter prioritario se nos convierte en una reforma imprescindible para llevar a cabo la propuesta de gobierno”, afirmó Rojas.

“Va a aumentar impuestos a las personas de mayores ingresos y reducir los descuentos tributarios -o exenciones-. El problema es que si se usan esos recursos para materializar todas las reformas que se prometieron, no va a haber reforma que logre pagar eso”, evaluó Restrepo y agregó que los grupos ganaderos también se verán afectados y habrá que ver qué actitud adoptan frente a ello.

Por su parte, Saffon dijo que no ve “un ambiente de zozobra en las élites” frente a las reformas anunciadas como la tributaria y que por ahora no hay amenazas de inestabilidad, como cuando ganó la elección.

Reforma política

Esta propuesta busca lavarle la cara al Congreso, que presenta indicadores desfavorables de confianza, y será el escenario por donde pasarán parte de las reformas claves. “Petro va a tratar de hacer primero todo lo duro, lo difícil, como la estrategia de Maquiavelo de hacer las reformas desde temprano. Ya radicaron reformas importantes (como la política) y eso que Petro no ha comenzado a gobernar”, marcó Saffon.

La ampliación de las alianzas de Petro también se escenificaron en el Congreso, donde, si bien logró tener mayoría con otras bancadas que se pronunciaron como “partido de gobierno”, ahora deberá sostenerlas. “Petro sabe que no tiene los cuatro años porque ha hecho muchas alianzas, pero se pueden caer. Se tiene que mover muy rápido porque es muy probable que en los últimos dos años sea más difícil sacar reformas y va a complicar la gobernabilidad”, comentó Londoño.

Agenda verde

Especialistas plantean dudas acerca de la ambiciosa agenda ambiental de Petro en momentos de valorización de recursos claves energéticos que produce Colombia, donde la industria petrolera representa un 40% de las exportaciones totales y un 55% de los dólares. El déficit del Fondo de Estabilización de los Precios del Combustible es otro de los rojos que marcó la comisión de empalme.

Petro negó que en Colombia se vaya a hacer fracking, pero “eso supone negar los contratos que en este momento están en curso de exploración y explotación”, cuestionó Restrepo, quien matizó que por el momento no se conocen más detalles de su propuesta.

“La propuesta que podría tener mayor impacto en la economía es la de transición energética, que supondría cambiar el programa de inversiones de la principal empresa del país que es Ecopetrol (estatal en un 91%), que no es una más, sino que cualquier cambio en ella afecta a la macroeconomía colombiana”, adicionó Restrepo.

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