Región

insólita excusa

Amenaza de bomba en escuela de Villa Constitución se investigó rápido: cayó docente

Atendió el preceptor encargado de tocar el timbre de entrada y pudo precisar el horario: "dos o tres minutos antes de las 7.30". Las llamadas a rastrear fueron pocas y la sorpresa, mucha. Buscaban a un alumno y se toparon con un profesor


En noviembre ya había pasado el pico de las amenazas de bomba en escuelas, aunque hubo más. Como la del 24 en Villa Constitución. Pero en este caso, que como en los anteriores resultó falso, el autor no es un alumno sino un docente: el encargado del taller de Carpintería del colegio técnico San Pablo. Algunas circunstancias permitieron, esta vez, una investigación rápida. Este martes, un joven profesor de 24 años identificado como titular de la línea móvil desde la cual se hizo la llamada, admitió su responsabilidad ante la Justicia. Dijo que recurrió a esa argucia porque atraviesa problemas personales y no quería pedir otro día de ausencia en su trabajo.

“Hay una bomba en la escuela”, fue el escueto mensaje telefónico recibido en la secundaria técnica villense 2073. Lo atendió un preceptor. Y aquí hubo una ayuda para detectar al culpable: quien levantó el tubo es el responsable de “tocar el timbre” de ingreso a clases, por lo que pudo precisar el horario de la amenaza. “Dos o tres minutos antes de las 7.30”, le informó a los investigadores una vez hecha la requisa de protocolo que, de nuevo, terminó con la comprobación de que no había ningún explosivo. El comisario Eduardo Ramús, jefe de la Policía de Investigaciones (PDI) de Villa Constitución, explicó a El Ciudadano que así se pudo acelerar la identificación del número desde el que partió el inquietante aviso. Si a la compañía telefónica, vía orden judicial, se le piden los registros de las llamadas dentro de un lapso amplio, lo que entrega –en este caso fue Telecom– es un “listado sábana” que lleva largo tiempo analizar. Aquí se trató, dijo, de una ventana de pocos minutos que permitió aislar rápidamente la línea buscada.

Una vez pedidos los datos del titular de ese chip, y con lo que aportaron las entrevistas hechas en la escuela, los pasos a seguir eran de manual. Los directivos del colegio habían dicho que ese 24 de noviembre estaban previstos tres exámenes, por lo que caía de maduro que se trataba de un alumno que quería evitarse la mala nota por no haber estudiado. Lo que buscaron entonces es un estudiante con el mismo apellido que el del dueño del teléfono usado para la amenaza, que según esta hipótesis podía ser uno de sus padres. La sorpresa para todos fue que la coincidencia resultó completa –con nombre incluido– y apuntó al docente Facundo G., de apenas 24 años y encargado del taller de Carpintería.

Personal de la PDI informó al Ministerio Público de la Acusación y con la orden de allanamiento del juez en lo Penal 14 de Villa Constitución, Ignacio Vacca, fue este martes hasta el domicilio del profesor, en calle 9 de Julio al 1100. Allí los policías secuestraron el teléfono celular y detuvieron al docente. Horas después, en la audiencia imputativa y bajo la investigación de la fiscal Valeria Pedrana, Facundo G. admitió ser el autor de la llamada amenazante en una causa abierta por intimidación pública. El joven agregó que necesitaba ese día libre para atender problemas personales que ya lo habían obligado a solicitar una ausencia laboral, y que no quería repetir ese pedido. La manera que encontró no fue la mejor. Los directivos de la escuela quedaron contrariados por su actitud, contó el comisario Ramús. Cómo explicarle a los alumnos que esas picardías ponen en vilo a toda la comunidad educativa y obligan a movilizar recursos del Estado en vano, si es un docente quien cae en la misma irresponsabilidad social.