Luciana Mangó
“Ganó la defensa de la vida, la familia y los valores”, dijo la candidata a diputada Amalia Granata, después de conocerse los primeros resultados que ubicaron al Frente Unite por la Vida y la Familia como la tercera fuerza política en la legislatura provincial. El espacio, resultado de la alianza entre sectores de las iglesias católica y evangélica, sumó seis bancas en la Cámara de Diputados y busca representar a quienes se identifican con los pañuelos celestes.
“Hicimos una campaña austera, con pocos recursos. La gente eligió a los candidatos que no vienen de la política, que se ponen al hombro los valores y la defensa de la vida y que están en un espacio por convicciones y no por intereses personales”, aseguró Granata.
La abanderada del pañuelo celeste y de los sectores autodenominados provida señaló que los proyectos de su partido buscarán acompañar a las mujeres embarazadas. “Vamos a apoyar a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad para que no vaya a cometer algo tan atroz como un aborto. Vamos a acompañarla desde que se entera que está embarazada hasta los primeros 2 años de vida del bebé. Queremos cuidar a los niños que la provincia descuidó”, agregó.
“Vamos los provida a gobernar. Sí a la vida. No al aborto”, gritaron eufóricos los militantes del espacio encabezado por la mediática. También celebraron la derrota de Bonfatti en la Gobernación.
Granata encabezó la lista que en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) había conseguido 146 mil votos bajo la bandera de la defensa de la vida y la familia. Los 6 candidatos que ocuparán una banca están vinculados a sectores eclesiásticos. El segundo detrás de la mediática es el pastor evangélico rosarino Walter Ghione. Fue el encargado de formar el espacio político en 2018 después del rechazo en el Senado del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y luego de la llegada a la Argentina la organización “Con Mis Hijos No Te Metas”, en contra de la educación sexual integral. Tiene como principal bandera la defensa “de las dos vidas” y como principal enemigo lo que nombra como “ideología de género”. El tercer lugar lo ocupa Nicolás Mayoraz, un abogado rosarino vinculado con el Opus Dei y con la jerarquía de la Iglesia Católica. Fue uno de los expositores en contra del proyecto de legalización del aborto en comisiones de Diputados. También lideró la marcha en contra de la ley de matrimonio igualitario. La cuarta banca será para la santafesina Betina Fiorito. Es fonoaudióloga y dijo ser una outsider de la política, aunque ya había integrado una lista de concejales en 2013 por Unión Pro. En quinto lugar está el rafaelino Juan Domingo Argañaraz. Viene del sector evangélico y es profesor en la UTN. Fue uno de los impulsores de una ordenanza de la organización Rafaelinos Por la Vida que busca impedir la aplicación del protocolo de Interrupción legal del Embarazo (ILE). También acompañó a Ghione en 2017 en la candidatura para diputados nacionales por el Frente Espacio Grande pero no consiguieron ninguna banca. En sexto lugar irá Natalia Armas, también identificada con los sectores eclesiásticos.
Verde esperanza
Antes de las 10, Granata fue a votar a la facultad de Ciencias Médicas. Fue más temprano del horario previsto y evitó el contacto con parte de la prensa. Es que en las Paso, la candidata a diputada había sido recibida por una auxiliar de mesa que llevaba un pañuelo verde al cuello. La foto con la cara de sorpresa de Granata se viralizó en minutos. El pastor evangélico Walter Ghione lo tildó de provocación. Pero la auxiliar de mesa, María Pía Kohlbrenner, aclaró que lleva el pañuelo a todas partes y fue sólo una coincidencia.
Este domingo, Granata votó temprano y sonriente. Pero no pudo evitar el verde. Casi como una paradoja, la presidenta de mesa la esperaba con una chalina color verde, aunque para suerte de Granata no era el pañuelo de la Campaña.
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