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Pandemia

Alumno santafesino viajó 500 kilómetros para asistir a su primera clase presencial

Tiene 22 años, vive en Avellaneda y en la localidad cordobesa de San Francisco asistió a su primera clase presencial en el Centro Regional de Estudios Superiores de la Universidad de Villa María, donde estudia la carrera de diseño industrial.


Un joven de 22 años de la localidad santafesina de Avellaneda, en el noreste provincial, viajó casi 500 kilómetros hasta San Francisco, Córdoba, para asistir a su primera clase presencial en el Centro Regional de Estudios Superiores de la Universidad de Villa María, donde sigue la carrera de Diseño Industrial, a la cual se había anotado en forma virtual en pleno aislamiento por la pandemia.

Se trata de Benjamín Paduán, quien señaló que no le importó el frío, ni la lluvia ni el viento para viajar casi 500 kilómetros y destacó que apenas conoce San Francisco, adonde había dio solo de paso, aunque el primer día viajó con sus padres, informó la Universidad de Villa María, Córdoba.

“Si bien para mi estudiar de forma remota significó la posibilidad de emprender una nueva carrera, tenía muchas ganas de empezar las clases presenciales. Además, para promocionar una materia, debía asistir a los parciales y así lo hice”, dijo el joven al diario local La Voz de San Justo.

“No sabía nada de San Francisco hasta que vi una publicación en Instagram que decía que todavía estaban abiertas las inscripciones para las carreras universitarias del Cres y justo para Diseño Industrial, que es lo que yo quería estudiar. No lo dudé ni un minuto y me anoté”, aseguró Paduán

“Ya habían cerrado las inscripciones en varias universidades donde tenía algún conocido o amigo estudiando, la Universidad Nacional de Córdoba, por ejemplo. Por ello, en medio de un contexto difícil -tan complejo, una pandemia- esa publicación del Cres fue un puerta que se abrió y no podía desaprovecharla”, agregó.

Benjamín hizo dos años de ingeniería, pero sintió que no era por ahí, lo suyo era el diseño industrial; aquella habilidad para ilustrar claramente ideas que comenzó en la escuela secundaria técnica maduró en una vocación.

Este deseo de estudiar fue lo que lo llevó hoy a buscar un lugar para mudarse de su Avellaneda natal a San Francisco. Fue una elección alejada de cualquier mandato familiar, su padre es analista en sistemas y sus dos hermanas, contadoras públicas.

“Me gustaría poder diseñar maquinarias, de cualquier tipo, agropecuarias, industriales”, dijo el santafesino.

“La idea es residir en San Francisco, aun cuando no volvamos este año a la presencialidad plena, porque se hace complicado viajar tanto. Con mi familia estamos viendo algunos departamentos y lugares donde alojarme”, manifestó Benjamín sobre las dificultades de trasladarse ya que no abundan en frecuencia servicios de colectivos interurbanos entre las dos ciudades.

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