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Inflación

Almacenes tiemblan por suba de precios

Los aumentos en los productos no paran y sigue la caí da de las ventas.


La inflación, la caída en las ventas y la suba en las tarifas de los servicios conforman un cóctel explosivo que viene detonando en el corazón de la actividad de los almacenes de la ciudad. Desde el Centro de Unión Almaceneros dijeron que los productos continúan registrando una suba en los precios que no se detiene y que la baja en la facturación con respecto a meses anteriores es cercana al 20 por ciento “entre los bulevares” y trepa al 30 por ciento en las zonas periféricas de la ciudad.

El titular de la organización, Juan Milito, explicó a este diario que –por ejemplo– el aceite en mayo ya había subido un 10 por ciento, en junio otro 10 por ciento, en julio un 15 por ciento, dependiendo las marcas, y que “en agosto que se liberan los subsidios no se sabe hasta dónde llegarán”. “La escalada de precios fue constante. También se registraron algunos aumentos en las bebidas, que rondan el 18 por ciento y todo esto en un marco de retracción en las ventas que es grande. Esperemos que en agosto la inflación ceda un poco aunque será lamentablemente a costa de la recesión”, siguió.

Sobre qué conductas observaban a la hora de comprar por parte de los clientes y si las mismas habían registrado cambios frente al difícil panorama económico que atraviesa principalmente a las capas medias y bajas, el referente de los almaceneros contó que “el invierno es una temporada donde la gente se vuelca más a productos como el arroz, la polenta, los fideos, las lentejas y eso tiene un valor de facturación por debajo de la media porque en verano con las bebidas y los fiambres la gente gasta más. Igualmente registramos una caída en la facturación en comparación con la misma época de años anteriores”.

“En los productos de snacks es tremendo. Uno de los proveedores nos contaba que la baja en la venta de papas Lays es del 60 por ciento porque se buscan alternativas, o sea, donde antes vendían diez ahora venden cuatro. Lo mismo pasa con algunos panes envasados”, destacó.

“Nosotros somos rehenes de los formadores de precios porque ellos se siguen posicionando para mantener el nivel de ganancias y a nosotros nos terminan usando como un elemento de ajuste. Siempre estamos en el medio y realmente es una situación muy difícil. Esperemos que este proceso se desacelere en julio porque la gente no tiene más dinero para comprar. Según nos dicen los proveedores, estos productos van a seguir aumentando. Algo similar ocurrió con productos derivados de la harina”, continuó.

El panorama es incierto y la continuidad de muchos comercios dependerá de los resultados de las políticas económicas diseñadas desde el gobierno nacional. “Hoy si les preguntás a los vendedores de Coca Cola te van a decir que por lo que ellos van viendo hay un montón de comercios que se están ofreciendo para la venta porque la perspectiva que ven es muy negativa. Lo que nosotros vemos es que cierres hay muy pocos pero la proyección que hacemos es que si las cosas no mejoran de acá a tres meses va a haber cierres masivos porque no se va a poder seguir adelante con las tarifas de servicios altas e impagables, la baja en las ventas y la suba constante en los precios”, concluyó.

Se viene el aceite hirviendo

El secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Daniel Yofra, alertó ayer que la botella de aceite va a aumentar en un 300 por ciento a partir de un acuerdo firmado con la Nación que incluye la eliminación del fideicomiso privado creado en 2008 para financiar el producto subsidiado. “Los empresarios estaban como los caballos en la gatera y cuando la abran van a subir los precios”, añadió. “El aceite seguramente seguirá aumentando y las empresas venían reclamando que le saquen el fideicomiso para levantar los precios. El litro de aceite sale más barato que un litro de gaseosa y eso nunca ocurrió en la Argentina. Hace diez años con una botella de aceite te comprabas tres o cuatro latas de gaseosa”, explicó el gremialista. Desde la Cámara de la Industria del Aceite, su vocero Andrés Alcaraz desmintió un aumento de esas características y dijo que sufrirá una suba, pero cercana al 30 por ciento.

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