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Algo no cierra

En el torneo Apertura ningún rival le había podido anotar a la Lepra en el último cuarto de hora.

Minutos fatales. En varios partidos la Lepra no pudo aguantar el resultado.
Minutos fatales. En varios partidos la Lepra no pudo aguantar el resultado.

 

Newell’s no puede cerrar los partidos y ya dejó escapar chances importantes para prenderse arriba. La afirmación no es sólo una apreciación “en caliente” tras el empate agónico de Atlético Tucumán, sino una realidad que marcan los números rojinegros en el presente torneo Clausura.

Tras las siete primeras jornadas, la Lepra recibió siete goles en contra, una marca que no debería preocupar tanto, pero cinco de esas anotaciones llegaron en el tramo final del partido, un dato que revela problemas para defender el resultado en los cierres de los partidos.

En la 2ª fecha ante Huracán, Gustavo Balvorín anotó de cabeza a los 38 minutos de la segunda parte, cuando el equipo de Sensini había hecho méritos para al menos quedarse con un empate. Un punto que se escurrió en medio de una lluvia terrible.

Una semana más tarde Newell’s volvió a recibir un gol en el tramo final del partido ante Boca, aunque esta vez el tanto de Lucas Viatri a los 41 minutos del complemento sólo generó algo de preocupación en un partido que la Lepra tenía definido en el inicio tras el 3-0 conseguido en los 20 primeros minutos del encuentro.

Un golpe duro fue el 1-1 ante Lanús en el Parque. El equipo de Sensini estaba 1-0 y con un hombre de más, pero se distrajo y Salcedo empató el partido a sólo siete minutos del final. Dos puntos que se escaparon y dolieron.

Poco importó el gol de Rubén Ramírez a los 32 minutos del segundo tiempo frente a Banfield, porque la Lepra estaba 2-0 arriba y lo pudo aguantar. Pero la conquista de Juan Pablo Pereyra cuando se moría el partido en Tucumán volvió a mostrar una falencia en el elenco leproso que ya le hizo perder muchos puntos.

En este análisis numérico se podría decir que Newell’s dejó escapar en los tramos finales cinco puntos que hoy le alcanzarían para estar a una unidad del líder Godoy Cruz, cuando todavía resta que se completen los 25 minutos pendientes frente a Argentinos.

Lo extraño de la situación es que con estos mismos jugadores, en el torneo pasado la Lepra no recibió ningún gol en los últimos quince minutos de los 19 partidos que disputó. Un dato que confrontado con los números actuales resulta aún más chocante.

De los 15 goles en contra que recibió Newell’s en el Apertura 2009, siete fueron en la primera etapa y ocho en los complementos, pero ninguno llegó en el último cuarto de hora.

 “Hay que ser más inteligentes y cerrar antes los partidos”, reclamaron varios referentes tras el empate ante Lanús. Sensini pareció escuchar este mensaje y frente a los tucumanos, una vez que el equipo se puso en ventaja, mandó a Juan Quiroga y Hugo Barrientos a la cancha y armó un 4-4-1-1, con la idea de no arriesgar de más.

 Pero el técnico no tiene la culpa de que a los 44 minutos del complemento los volantes rojinegros aparecieran en el área rival buscando un segundo gol a esa altura innecesario. Atlético aprovechó la oferta y con un pase profundo encontró a un equipo mal parado y pudo poner a un jugador mano a mano con Peratta, un error que otra vez costó muy caro.

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