Región

Cordón rosarino en problemas

Alexis y Claudio, dos historias de los despidos en Cargill

Son dos de los cuarenta echados de las plantas de Alvear y Villa Gobernador Gálvez. Los gremios lanzaron un paro por tiempo indeterminado, que incluye la empresa de Bahía Blanca que bloqué el acceso al puerto. Piden la reincorporación de todos los trabajadores.


Alexis tiene 37 años y hace 9 que es operador en la planta Cargill de Villa Gobernador Gálvez. Ayer a las 6 de la mañana se presentó a trabajar y le negaron la entrada. Horas más tarde le llegó el telegrama de despido a su domicilio, sin causa alguna. El muchacho es sostén de familia, su mujer es discapacitada y tiene un hijo en edad escolar. Es uno de los 40 operarios que fueron despedidos y no pudieron entrar a realizar sus tareas diarias a las plantas de Cargill, de Alvear y Villa Gobernador Gálvez. Los trabajadores de la multinacional comenzaron un paro por tiempo indeterminado. A la medida se adhirió la planta de Bahía Blanca: allí bloquearon la entrada al puerto como medida de protesta.

Desde el Sindicato de Aceiteros de Rosario acusaron a la firma de haber violado el acuerdo de no despedir a ningún trabajador. La empresa había convenido con el gremio ofrecer retiros voluntarios pero no tomar la decisión de despedirlos en el caso de que no quisieran aceptarlos.

Sergio Díaz, uno de los integrantes del gremio aceitero, explicó que desde hace 10 días la empresa comenzó a ofrecer retiros voluntarios. “Los compañeros no lo aceptaban y comenzaron a amenazarlos que si no aceptaban la medida iban a ser cesanteados”, aseguró.

Y agregó: “No le podemos creer a una empresa que se reunió hace poco más de una semana con el gremio y el máximo referente se comprometió a no despedir gente. Nos mintieron groseramente”.

Los 40 despedidos en las plantas de Alvear y Villa Gobernador Gálvez trabajan en diferentes sectores: de cargas, limpieza, mantenimiento y administración, entre otros.

Díaz contó que este martes al mediodía se hizo la denuncia correspondiente en el Ministerio de Trabajo de la provincia. “Esto es  parte de un plan sistemático por parte de las grandes empresas que van en contra del laburante. Vienen para bajar el salario y a precarizar las condiciones de trabajo. Cargill fue la empresa que más exportó el año pasado en granos y aceite. Nosotros somos parte de esa gran ganancia porque la fuerza de trabajo la pusimos nosotros”, sostuvo el secretario de Prensa del gremio de aceiteros.

El líder gremial dijo que “con otros gobiernos la multinacional liquidaba ganancias cada 60 o 90 días y con el actual gobierno pueden hacerlo cada 10 años”.

Y concluyó: “En el sector de punta Alvear se exportan granos. También se procesa la cebada, que se transforma en malta, y se exporta a países limítrofes y al norte de Santa Fe. En Villa Gobernador Gálvez se realiza el proceso de aceite de soja. Cargill es el más grande del  mundo en la región”.

Otro de los telegramas de despido le llegó a Claudio Campos: tiene 36 años y desde hace 5 trabaja en el área de descarga (movimiento), en la planta de Cargill de punta Alvear.

“Desde la parte administrativa de la empresa nos apretaban. Nos decían que si no aceptábamos el retiro voluntario de 200 mil pesos estábamos despedidos. Es decir, que no era un retiro voluntario sino un despido con aviso”, contó Campos.

Claudio tiene dos hijos de 11 y 6 años que mantener y un crédito hipotecario de vivienda familiar para pagar todos los meses. Claudio reclama, junto con los otros 39 despedidos, la dignidad de trabajar.

Desde la Federación Aceitera

“Ya hicimos la denuncia en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Los despidos son un acto de traición y arbitrarios porque no hay baja de producción, es la multinacional que más factura a nivel mundial”, subrayó Adrián Dávalos, secretario gremial de la Federación Aceitera Argentina.

Dávalos advirtió que el paro se extenderá hasta que se acuerde la reincorporación del personal despedido. “Estamos ejerciendo el derecho constitucional a huelga en los dos puertos por tiempo indeterminado y en  estado de alerta y movilización. Sin los trabajadores esta empresa no funciona”, remarcó.

La postura de la empresa

Cargill emitió un comunicado en el que explica que se encuentra “comprometido en un proceso de transformación de las operaciones de las plantas de molienda de soja y puertos en Argentina”, y que “dicho proceso involucra el reemplazo de determinados perfiles con el objetivo de adaptarlos a las nuevas necesidades del negocio, en un entorno cada vez más exigente y desafiante”.

“El proceso que se inició con un plan de retiro acordado a principios de mes, en nuestras plantas de Santa Fe y Bahía Blanca, continúa ahora con la desvinculación de un grupo limitado de empleados, los cuales fueron notificados, de sectores operativos de dichas plantas. Las posiciones serán reemplazadas con nuevo personal contratado como empleados de Cargill en cada una de las zonas y en las mismas condiciones de contratación actuales”, agrega.

Y avanza: “El objetivo de esta medida no es la eliminación de puestos de trabajo, ni su tercerización sino garantizar la continuidad de las operaciones de forma efectiva y eficiente, compatibles con los nuevos desafíos del negocio”.

Reclamo conjunto

En tanto, la Asociación Empleados de Comercio y el Sindicato de Aceiteros pedirán en conjunto este miércoles, en el Ministerio de Trabajo, la inmediata reincorporación de los trabajadores de Cargill.

A raíz de la medida dispuesta por la empresa Cargill, de prohibir este martes la entrada a sus lugares de trabajo a más de 40 empleados (entre mercantiles y aceiteros), los gremios que los nuclean irán mañana al Ministerio de Trabajo de la provincia para pedir la reincorporación de los mismos.
Será en el curso de una audiencia que se desarrollará a partir de las 9 en la delegación Rosario de ese ministerio, ubicada en Ovidio Lagos y San Lorenzo.

El pedido de reincorporación será apoyado por una movilización de los trabajadores de ambos gremios, que mantienen el cese de actividades por tiempo indeterminado hasta tanto se revierta la decisión patronal.