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Resurge el antisemitismo

Alemania conmemora la trágica “Noche de los cristales rotos”

Los dirigentes alemanes advirtieron este viernes contra el resurgimiento de un "preocupante antisemitismo" y la emergencia de la extrema derecha, al conmemorarse el aniversario del pogromo que anunció el Holocausto judío


Hace 80 años más de 1.400 lugares de culto fueron incendiados en toda Alemania.

Los dirigentes alemanes advirtieron este viernes contra el resurgimiento de un “preocupante antisemitismo” y la emergencia de la extrema derecha, al conmemorarse la “Noche de los Cristales Rotos”, un pogromo que hace 80 años anunció la exterminación de los judíos.

“El Estado debe actuar de manera consecuente contra la exclusión, el antisemitismo, el racismo y el extremismo de derecha”, dijo la canciller Angela Merkel, durante un discurso en la mayor sinagoga de Alemania, en Berlín.

La dirigente, vestida íntegramente de negro, acusó a quienes “reaccionan con respuestas supuestamente simples a las dificultades” de la época, en referencia al auge de los populismos y la extrema derecha en Alemania y Europa.

En este lugar de culto profanado hace exactamente 80 años por los nazis, el presidente del Consejo central de los judíos, Josef Schuster, fue incluso más lejos al atacar al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), presente desde hace un año en el parlamento nacional, y calificar a sus miembros de “incendiarios morales”.

Algunos de sus dirigentes han realizado declaraciones polémicas sobre el deber de memoria de Alemania, además de tener un discurso islamófobo contra los cientos de miles de refugiados llegados al país desde 2015.

Schuster calificó de “vergüenza” las agresiones contra los judíos, pero también contra los refugiados musulmanes.

De la discriminación al exterminio

 

Hace 80 años más de 1.400 lugares de culto fueron incendiados en toda Alemania, se saquearon los negocios propiedad de judíos y, al menos, 91 personas perdieron la vida, mientras que miles fueron deportadas.

Para los historiadores, lo que ocurrió en Alemania y en Austria los 9 y 10 de noviembre de 1938 marca el paso de la discriminación de los judíos a su persecución y posterior exterminación por parte de los nazis.

 

 

 

La propaganda afirmaba entonces que se trató de una erupción de violencia espontánea tras el asesinato de un diplomático en París.

Pero en realidad estuvo planificada por los jerarcas nazis.

Fue Joseph Goebbels, ministro de la Propaganda, quien dio la señal. Las destrucciones corrieron a cargo de las SS, de las SA y de las Juventudes hitlerianas. La “Noche de los cristales rotos” difiere así de los pogromos de Europa del Este del siglo XIX.

 

Contexto turbio

 

Esta conmemoración, que se solapa con el centenario del Armisticio de la Primera Guerra Mundial y con el fin del Imperio austro-húngaro, se produce en un contexto turbio en Alemania.

Además de la entrada de AfD en el parlamento, en agosto pasado, la ciudad de Chemnitz (en la antigua República Democrática Alemana) fue escenario de manifestaciones y actos violentos de carácter xenófobo.

“Miren cómo ha cambiado la situación en cinco años en Turquía, Brasil, Estados Unidos, en Siria e incluso en Alemania, con Chemnitz”, declaró Uwe Newmärker, director de la Fundación en Memoria de los Judíos de Europa Asesinados.

“En noviembre de 2018, no estamos al borde de otra Noche de los Cristales Rotos, pero es nuestro deber impedir que tales atrocidades se vuelvan a producir”, advirtió también el Congreso Judío Mundial.

Numerosos alemanes conmemoran el suceso limpiando o depositando flores en las “Stolpersteine”, miles de pequeñas placas de latón incrustadas entre los adoquines para identificar a las víctimas y su dirección.

Pero la xenofobia ha ido ganando influencia en el país, especialmente hacia los numerosos migrantes árabo-musulmanes que llegaron a Alemania desde 2015.

Además, el auge de la ultraderecha alemana también ha puesto en primer plano un antisemitismo nacional. La AfD ha multiplicado las polémicas relacionadas con el nazismo, juzgando que Alemania debía dejar de lado el arrepentimiento por la exterminación de los judíos.

La preocupación no deja de crecer dentro de la comunidad judía alemana, de unas 200.000 personas.

Aún así, el número de delitos de carácter antisemita se mantiene estable en las estadísticas de la policía, con unos 1.400 casos registrados cada año desde 2015. Más del 90% de los casos fueron imputados a la extrema derecha.

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