Política

Asunción presidencial

Alberto se comprometió a hacer de Ni una Menos “una bandera de toda la sociedad”

Fernández hizo mención y reconoció al movimiento feminista durante su discurso. “Los derechos de las mujeres en primer plano”, manifestó en cadena nacional


En su primer discurso como presidente de la Argentina, Alberto Fernández asumió una responsabilidad histórica: “En estos próximos cuatro años haré todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres”. Este viernes, Alberto recibió la banda y el bastón presidenciales en el Congreso y luego dio su discurso. Retomando el legado de su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se dirigió a “todas y todos”, y se comprometió a hacer del Ni Una Menos “una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república”. La prensa hegemónica reprodujo frivolidades.

El discurso de Alberto se extendió durante una hora frente a un auditorio repleto de autoridades entrantes y salientes. Estuvo presente la pareja del presidente, la periodista, conductora y actriz Fabiola Yañez, sobre quien la prensa tuvo puesto el ojo desde que se anunciaron las candidaturas interrogando acerca de si le correspondía o no detentar el título de Primera Dama cuando ella y Alberto no están casados, o haciendo los infaltables análisis sobre su forma de vestir. Este martes, los titulares que la mencionaban hacían eje en “el look”, en “su primer outfit” o su paso por un “centro de bronceado” un par de días atrás.

La prensa también dio detalles de la vestimenta de Estanislao Fernández, el hijo de Alberto, aunque de una forma menos frívola. El joven de 24 años tiene 226 mil seguidores en Instagram, donde es conocido como Dyhzy y se lo ve en fotos y videos montado como drag queen o personificado en algún cosplay. Lejos de todo eso, Estanislao llegó al Congreso vestido de traje negro, pero con un detalle: desde el bolsillo del saco asomaba un pañuelo del arcoíris, el símbolo del colectivo LGTBIQ+.

El discurso

Tras recibir los atributos, Alberto se dirigió a los presentes dentro del Congreso y fue transmitido por cadena nacional. Cada vez que hizo referencia al pueblo argentino habló de “todas y todos”, de “argentinas y argentinos”, de “niñas y niños”. No sorprende: esas marcas de igualdad de género en el uso del lenguaje, ese mencionar lo que las palabras ocultan para que exista, fueron identitarias de los discursos de Cristina Fernández de Kirchner durante su presidencia.

“No quiero finalizar sin mencionar enfáticamente que en estos próximos cuatro años haré todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres. Buscaremos reducir, a través de diversos instrumentos, las desigualdades de género, económicas, políticas y culturales. Pondremos especial énfasis en todas las cuestiones vinculadas al cuidado, fuente de muchas desigualdades, ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae sobre las mujeres en Argentina al igual que otros países”, dijo Alberto al promediar su discurso y puso en agenda una de las principales demandas del colectivo feminista.

Minutos antes, cuando se refirió a la realidad económica de los jóvenes y a las tasas de desocupación en el país, también hizo una salvedad respecto a la situación de las mujeres: “Hoy el desempleo afecta a casi un 30 por ciento de los jóvenes y, aún en tasas más altas, a las mujeres jóvenes”.

Alberto se comprometió también a hacer del Ni Una Menos “una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república. El Estado debe reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación”, remarcó.

También reivindicó los derechos de otras minorías: “En nuestra Argentina hay mucho sufrimiento por los estereotipos, los estigmas, por la forma de vestirse, por el color de piel, por el origen étnico, el género o la orientación sexual. Abrazaremos a todos quienes sean discriminados. Porque cualquier ser humano, cualquiera de nosotros, puede ser discriminado por lo que es, por lo que hace, por lo que piensa. Y esa discriminación debe volverse imperdonable”.

Aborto

Fernández fue cuestionado por algunos sectores por no haber hecho referencia a la legalización del aborto en su discurso de asunción. Sin embargo, en campaña e incluso ya como presidente electo, hizo referencia a la Interrupción Voluntaria del Embarazo en términos de salud pública.

En el primer debate presidencial antes de las elecciones generales, sentó postura: “No voy a escapar del tema del aborto, todos saben lo que pienso. En Argentina los abortos ocurren y seguir castigándolos lo único que hace es criminalizar la conducta y hace que todo se vuelva clandestino. Hay que tender a la legalización porque así le vamos a dar la oportunidad a las mujeres pobres de que hagan abortos en condiciones de asepsia como hacen las ricas en los grandes sanatorios. Les pido que terminemos con la hipocresía”, dijo.

En esos mismos términos se manifestó en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), después de ser electo presidente: “El aborto es parte de la hipocresía argentina, que condena a la mujer sin recursos a tener que recurrir a practicarse el aborto en condiciones muy malas en términos de asepsia y, con ello, no solamente consuma el aborto sino que muchas veces pone en peligro su vida. Y muchas veces los abortos terminan con la vida de la mujer”

También fue clave su presencia en la presentación del libro sobre el caso Belén, la tucumana que estuvo dos años y cinco meses presa por un aborto espontáneo. Estuvo sentado en la primera fila de un auditorio repleto de pañuelos verdes, donde se tomó fotos, e incluso se reunió con Belén en privado. Después, en una entrevista con <<Página/12>>, anunció que como presidente enviaría un proyecto de ley al Congreso Nacional.

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