Coronavirus

Virus de la antipolítica

Alberto Fernández y la rebaja de salarios a funcionarios: “Me parece un acto demagógico”

El presidente paró en seco a los que impulsan recortes en los sueldos de la clase política para atender la emergencia por el coronavirus. En Santa Fe, la Corte y la Legislatura ya rebajaron 50% sus ingresos y el Congreso nacional estudia medidas. Como en cada crisis, resurge discurso antipolítica


No podía fallar. Como en cada crisis profunda que le tocó vivir al país, los que creen que la política es un costo y no la mejor herramienta para solucionar los problemas salen al escenario con la mágica –y a la vez inútil- “solución” de siempre: bajar salarios de los funcionarios y legisladores. Este es una de las ideas base de la antipolítica, inspirada en la creencia de que existe una clase dirigente ineficiente, cara, improcedente y corrupta, casi por definición, y un sector privado puro y casto que resulta víctima de ese orden injusto. Los liberales llevan esta lógica a la desaparición casi por completo del Estado. Una lógica esquizofrénica de exigir soluciones y rebaja salarial a la misma persona.

Frente a este canto de sirena , y después de los “espontáneos” cacerolazos organizados tras el cruce del presidente Alberto Fernández con Techint –amplificados por una cuidada estrategia mediática-, muchos políticos dijeron “este no es momento para andar explicando la cuadratura del círculo” y resolvieron rebajas del orden del 50%, tanto en cuerpos legislativos –en la Legislatura santafesina el descuento fue del 50%- como en cargos políticos, y también judiciales: la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe dispuso una rebaja en el salario de abril del 50%. Los ministros de la Corte de la Nación siguieron el modelo de turno, aunque redujeron el aporte al 25% y lo destinaron a un hospital específico de la ciudad de Buenos Aires. El Congreso de la Nación evalúa medidas similares y el recorte en las dietas de los legisladores sería del 40%.

Otros fueron más ingeniosos: el intendente de Castelli, una ciudad de la provincia de Buenos Aires, recibió de las manos de concejales de la oposición la propuesta de rebajar salarios de funcionarios políticos y legisladores. Francisco Echarren, ese es su nombre, decidió aceptar el convite pero sumó en el radar de los aportantes al fondo de emergencia para combatir el coronavirus a los productores rurales de la zona. Conclusión: la ordenanza se aprobó, pero sin el voto de los concejales opositores.

“No me vengan con esas cosas”

Con el impulso de una imagen positiva que tocó su punto más alto en medio de la crisis por el coronavirus, el presidente Alberto Fernández se animó a más y calificó como “un acto demagógico” el reclamo de donación de sueldos de funcionarios públicos, en el marco de la pandemia del coronavirus. Además, destacó que en su gobierno no tiene “a nadie robando plata, ñoqui o recibiendo sobres por izquierda”.

“No me vengan con esas cosas, después nos llaman populistas a nosotros”, dijo Fernández este viernes en declaraciones a radio Mitre, en las que fue consultado sobre el reclamo de un sector de la población para que los dirigentes políticos se bajen los sueldos y los donen a las iniciativas para combatir la pandemia.

En ese marco, el mandatario sostuvo que “cada uno tiene derecho a donar su sueldo”, pero aclaró que tiene “un gobierno de ministros y funcionarios que no tienen fortunas, cuentas en el exterior, no tienen bienes ni empresas y realmente viven de su sueldo”.

“Son funcionarios que los llamo a las 7 de la mañana y a las 12 de la noche y siguen atendiendo. Que un día como hoy los cito en Olivos y vienen. La verdad es que esos funcionarios no están robando la plata”, destacó el presidente.
“Me parece un acto muy demagógico. No tienen un presidente que trabaja una semana y se toma dos de vacaciones. Además, los sueldos del Estado no son importantes hoy. No quiero enredarme en esa discusión”, sostuvo el mandatario.

Finalmente, dijo que su gobierno ha “terminado con los fondos secretos. Se anuncia hoy o mañana. La Agencia Federal de Investigaciones (AFI) tiene destinados hoy sus fondos al coronavirus, y no a enriquecer a un funcionario”.
Son distintas maneras que tiene la dirigencia política de enfrentar la emergencia. Cuando pase el virus, quedarán muchos nostálgicos del control social y de la antipolítica como el epílogo recurrente de cada crisis. No hay que dejar que piensen que la cuarentena es eterna.

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