El escenario político de cara a las elecciones presidenciales del próximo año no detiene su marcha. Cada día que pasa se suma otro candidato y esta vez fue el turno del el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández quien deslizó la posibilidad de enfrentar a Néstor Kirchner en la interna justicialista para definir quién será el candidato presidencial del Frente para la Victoria.
Fernández remarcó que “por prudencia” no revelará el nombre de los que le piden que enfrente al ex presidente Kirchner, pero resaltó que “en privado es una conversación repetida entre los gobernadores”.
“¿Si yo estoy dispuesto a enfrentar a Kirchner? Estoy dispuesto a todo lo que esté a mi alcance para recuperar todo aquello que alguna vez fuimos. Estoy dispuesto a dar este debate y esta pelea, pero siempre dentro del Frente para la Victoria”, señaló en declaraciones radiales.
El ex funcionario recordó que a Kirchner lo quiere “como un amigo, más allá de las diferencias políticas”, y aseveró que “propusimos un modo de hacer política y eso se ha defeccionado”, por eso, llamó a “recuperar a los sectores progresistas”.
“Creo que estamos en una etapa jacobina del kirchnerismo, donde hay quienes resuelven quiénes son kirchneristas y quiénes no, y se sienten con autoridad para decir eso. Yo no pacto con esa lógica”, explicó.
“No creo en las posiciones maniqueas que muchas veces se toman desde el kirchnerismo, donde resulta que si uno escribe en un diario se convierte en opositor y si uno habla con un determinado periodista se convierte en un vendepatria”, agregó Fernández.
Además, en una consideración osada remarcó que “el kirchnerismo es un proyecto político que es previo a Kirchner” y recordó que lo que cuestiona “son los modos y las formas que se han impuesto en los últimos tiempos”.
En ese sentido, puntualizó que “el kirchnerismo es hoy un proyecto liderado por Néstor Kirchner pero es previo a él y seguirá después de Néstor”.
Por otro lado, volvió a apuntar sus críticas contra el Peronismo Federal y admitió que no está ni “la vieja derecha argentina, ni con el centro progresismo de Elisa Carrió”.
“Jamás formaría parte de una fuerza, como el Peronismo Federal, donde se le dice a la gente que hay que indultar a los genocidas, ni tampoco del centro progresismo que le pregunta a Biolcati qué hacer con las retenciones. Eso me parece patético. Veo eso y me siento mucho pero mucho más cerca del kirchnerismo”, consideró.
Además, calificó como un error la reunión que mantuvo el CEO de Clarín, Héctor Magneto, junto a Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Felipe Solá, Francisco De Narváez y Mauricio Macri.
“Esa fue una comida que nunca debió haberse hecho. Se abrió un flanco para que se dijera que Magnetto es el jefe de la oposición. Fue un error haber convocado a esa comida. Seguramente el diario no publicó nada al respecto para que no se haga esa lectura”, indicó.
Por último, se refirió a las acusaciones de haber sido el nexo entre Clarín y el Gobierno y afirmó que “sólo hacía lo que Kirchner quería que haga”.
“Sobre si yo era la bisagra entre el kirchnerismo y Clarín lo que digo es que quien quiera conocer la relación entre Clarín y el gobierno se lo tiene que preguntar a Kirchner porque yo sólo hacía lo que Kirchner quería que haga. Y aclaro que nunca hice nada indebido”, concluyó.
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