Finalmente, la fiscal de instrucción Viviana Fein, quien investiga la muerte de su ex colega Alberto Nisman, no se tomará vacaciones.
Había anunciado su intención de iniciar su descanso a partir del 18 de febrero próximo y por el lapso de dos semanas. “Retorno y continúo la investigación yo. Las medidas de pruebas ya van a estar adoptadas”, explicó ayer.
Sin embargo, Fein retrotrajo su decisión en medio de críticas por su alejamiento temporal. El secretario general de Presidencia, Aníbal Fernández, había declarado que “sería aconsejable que no se fuera de vacaciones, porque estamos en medio de un caso que nos preocupa a todos los argentinos”.
“Nos tiene con vocación de resolverlo cuanto antes, de clarificar cómo fue la muerte del fiscal y cuáles son los responsables. Y ella se va de acá a poner la malla… no entiendo”, agregó.
Finalmente, el funcionario había sugerido que “debería suspenderse el beneficio de las vacaciones por razones de servicio, la fiscal tendría que seguir adelante”.
Durante su conferencia de prensa diaria, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, apoyó las declaraciones del secretario de Presidencia.
Las vacaciones tampoco habrían sido vistas con buenos ojos por fiscales y jueces federales, pese a que Fein había explicado que estaban planificadas desde diciembre y que quedarían a cargo de la Fiscalía y, por lo tanto, de la causa por la muerte de Nisman, los fiscales Adrián Peres y Fernando Fiszer, a quienes calificó como “personas independientes”.
También el fiscal de Cámara Ricardo Sáenz, responsable de otorgarle el período de receso, había asegurado en declaraciones radiales que la ausencia de la funcionaria judicial no alteraría el curso de la investigación. Sin embargo, el día después de anunciar públicamente que se tomaría vacaciones, Fein decidió dar marcha atrás y suspenderlas.
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